La libertad de prensa en Nicaragua sufrió al menos 80 ataques en agosto pasado, ejecutados contra periodistas, medios de comunicación o sus empleados, informó este martes 14 de septiembre el diario La Prensa, el más antiguo e influyente del país.
Antilavado de dinero / DW.
«En este mes logramos documentar 80 ataques a la Libertad de Prensa, 58 fueron perpetrados contra medios de comunicación y 22 contra personas naturales», detalló el periódico en su informe mensual sobre el monitoreo y seguimiento a casos de violaciones a la libertad de prensa, con datos sobre casos registrados en agosto pasado.
Según el informe, «por octavo mes consecutivo, en la mayoría de los casos (78), los principales agresores son agentes estatales», mientras que en los dos restantes los ejecutores fueron «claramente reconocidos como paraestatales, que contribuyen u operan coordinadamente con funcionarios estatales».
Al igual que en los últimos cuatro meses, el estudio de La Prensa encontró que la mayoría de acciones «en contra de periodistas independientes» estuvieron a cargo del Ministerio Público.
Más periodistas al exilio
Al respecto, señaló que diez comunicadores «fueron citados por la Fiscalía en calidad de testigos, por el caso contra la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, por el supuesto delito de lavado de dinero, gestión abusiva y apropiación y retención indebida de bienes y activos.
En el mismo mes, siete comunicadores se fueron al exilio, para un total de 26 periodistas o trabajadores de la comunicación que han optado por huir de Nicaragua desde junio pasado, algunos por segunda ocasión desde 2018, refirió el informe.
En esta ocasión a La Prensa le tocó registrar su propio cierre, como parte del estudio, ya que a mediados de agosto su sede fue allanada y ocupada por la Policía Nacional para investigar sobre una supuesta defraudación aduanera.
Asimismo, el gerente general de La Prensa, Juan Lorenzo Holmann, fue detenido y acusado por la Fiscalía de supuesto lavado de dinero, bienes y activos.
Ortega supera a la dictadura de Somoza
El rotativo, que dejó de circular impreso el 13 de agosto pasado, resaltó que las acciones del Gobierno de Daniel Ortega contra él superan «con gran ventaja a la dictadura somocista y a sí mismas, porque ambas dictaduras, la de Somoza y la primera sandinista de los años 80, fueron crueles, privativas de derechos humanos, alérgicas a la libertad de expresión y de prensa, y todo aquello que implique la difusión del libre pensamiento e ideas».
Desde 2018 Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha tenido un impacto negativo en los derechos humanos y las libertades públicas, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).