Joe Biden y Xi Jinping esgrimirán el martes en la ONU sus respectivas visiones de una confrontación cada vez más envenenada entre Estados Unidos y China, sobre el fondo de una crisis transatlántica.
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Será un duelo a distancia entre el presidente de Estados Unidos, quien hablará desde la sede de Naciones Unidas en Nueva York en la apertura oficial de la Asamblea General anual, y su homólogo chino, que lo hará más tarde por medio de un video pregrabado.
Biden, en su primera gran cita en la ONU desde que llegó a la Casa Blanca, afirmará que no «busca llevar a cabo (…) una nueva Guerra Fría con país alguno», dijo el lunes su vocera, Jen Psaki. «Nuestra relación con China es una relación no de conflicto sino de competencia», agregó.
Pekín también rechaza la idea de una nueva Guerra Fría como la que opuso Estados Unidos a la Unión Soviética durante la segunda mitad del siglo XX. Pero es prácticamente el único punto de convergencia entre las dos superpotencias, cuyas relaciones son cada vez más tensas.
Los presidentes Xi y Biden, que aún no se han reunido en persona, podrían esbozar visiones del mundo diametralmente opuestas.
La gran cita diplomática mundial es particularmente esperada este año, luego de una cumbre principalmente virtual el año pasado.
Para el demócrata estadounidense, el discurso en esta prestigiosa tribuna del multilateralismo debe ser la ocasión de evidenciar el «regreso» de Estados Unidos como un socio confiable ante aliados maltratados durante los cuatro años del mandato de Donald Trump.
Pero el retiro caótico de Afganistán impuesto por Biden, que ofendió a los europeos que no fueron concertados, y la crisis que estalló hace unos días con Francia en el caso de los submarinos, empañan su mensaje.
París sigue enojada por el anuncio hecho por Estados Unidos el 15 de septiembre de un pacto de seguridad con Australia y Gran Bretaña para contrarrestar a Pekín, llamado AUKUS. El acuerdo se hizo a espalda de los franceses que perdieron un enorme contrato de submarinos con Canberra.
El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Yves le Drian, denunció nuevamente el lunes en Nueva York una decisión «brutal» y una «ruptura de confianza entre aliados».
– Acuerdo nuclear iraní –
Los dirigentes de la Unión Europea también lamentaron el trato «inaceptable» dado a Francia y una «falta de lealtad». Los 27 países de la unión formularon su «respaldo» y «clara solidaridad con Francia», según el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
La crisis se relaciona en buena medida con la posición que deben adoptar los países occidentales hacia China.
Biden hizo del pulso con el gigante asiático la gran prioridad diplomática de su mandato, evocando una oposición entre democracias y autocracias. Con AUKUS, privilegió aliados alineados con esa estrategia.
Le Drian lamentó esta «orientación muy confrontacional», al estimar que los europeos defienden un «modelo alternativo» que opta más bien por «una competencia», que puede ser fuerte.
Una parte de los europeos apuesta por una autonomía estratégica del Viejo Continente, aunque no hay consenso sobre la necesidad de una capacidad militar propia.
A la sorpresa de miembros de Naciones Unidas, el presidente francés, Emmanuel Macron, decidió no viajar a Nueva York este año, e incluso renunció al discurso pregrabado que debía ser difundido el martes. Le Drian hablará en nombre de Francia en el mismo formato, en una intervención relegada al debate general de fin de semana.
Hace dos años Macron fue a Nueva York e intentó concretar un encuentro entre los presidentes de Estados Unidos e Irán, en vano.
Además de los dirigentes de Brasil y Turquía, el martes hablará el nuevo presidente iraní, Ebrahim Raisi. Dará un discurso en un video pregrabado que debería relacionarse con el acuerdo nuclear que abandonó estrepitosamente Estados Unidos en 2018.
Desde la elección de Raisi, las discusiones entre los miembros del acuerdo nuclear (Francia, Gran Bretaña, Alemania, Rusia, China e Irán) se interrumpieron y una reunión ministerial para reactivarlas podría tener lugar esta semana en Nueva York, al margen de la asamblea general de la ONU.