La ‘Ndrangheta, la potente mafia de Calabria (sur de Italia), se consolidó «firmemente» como «líder del tráfico internacional» de cocaína tras centrarse «más que nunca en su vocación empresarial» e infiltrarse en la economía, revela un informe de la Dirección de Investigación Antimafia (DIA) divulgado este miércoles.
Antilavado de dinero / Heraldo.
La mafia calabresa busca «interceptar los beneficios y aprovechar las oportunidades ofrecidas por las repercusiones originadas por la emergencia de salud, diversificando las inversiones según la lógica de maximizar los beneficios y orientándolas hacia contextos con graves dificultades financieras», indica en el documento semestral de la DIA enviado al Parlamento.
«Según un modelo probado, la delincuencia organizada calabresa persistirá en su intento de acreditarse ante empresarios en crisis de liquidez (…) imponiendo formas de apoyo y planteando la salvaguarda de la continuidad de la empresa, con la intención verosímil de tomar el control de los activos propietarios y de la gobernanza empresarial», se explica, según medios locales.
El objetivo de la ‘Ndraghetta es doble: «reciclar sus ingresos de procedencia ilegal y contaminar la economía legal, apoderándose de campos productivos cada vez más amplios».
Los sectores en lo que se ha infiltrado van desde la construcción al transporte por carretera pasando por la restauración, la gestión de instalaciones deportivas y hoteleras y el comercio al por menor, sin olvidar el sector sanitario.
La DIA añade que pese a su liderazgo del el tráfico internacional de cocaína y «esa fuerte connotación familiar que la ha hecho hasta hace poco casi totalmente inmune al fenómeno del arrepentimiento», la mafia calabresa «ya no parece tan monolítica e impermeable a la cooperación con la justicia por parte de afiliados, empresarios y comerciantes, hasta ayer obligados a la omisión por temor a graves represalias».
En el informe, correspondiente al segundo semestre de 2020, se destaca que la tendencia de la criminalidad organizada en general a «sustituir el uso de la violencia, cada vez más residual, por líneas de acción de infiltración silenciosa» en el tejido económico social, que los efectos de la pandemia han acelerado.
«Hoy en día, tanto la Camorra como la Mafia y la ‘Ndragheta tienden a infiltrarse en la economía y a utilizar los delitos tradicionales solo como fuente de su caja para reinvertir y, por tanto, como una fuente de riqueza que debe ser movida en la economía «, según el fiscal nacional Antimafia, Federico Cafiero De Raho.
Esa es la tendencia actual que se impone frente «una criminalidad muy violenta que se expresaba con asesinatos, con violencia, con explosiones de bombas a través de una actividad que estaba dirigida sobre todo a controlar el territorio», añadió.
