La cacería de narcotraficantes que este año contabiliza la captura de más de 30 guatemaltecos y algunos costarricenses, que han sido solicitados en extradición por las autoridades estadounidenses, también ha logrado desbaratar organizaciones completas de narcotraficante, especialmente en México.
Antilavadodedinero / Elperiodico
Una estructura de transportistas de drogas integrada por cinco guatemaltecos y un costarricense, empezó a ser perseguida por las autoridades de Estados Unidos, cuando en febrero de 2019, la Fiscalía del Distrito de Virginia acusó formalmente a los guatemaltecos Javier Portillo Ruano, Elder Emanuel Rodríguez Fernández, Edi Donaldo Barrera Salguero, Luis Pedro Fuentes Amaya, Amilcar Chávez Barrera y el costarricense Alexander Morera Ramírez, de integrar una “organización centroamericana de tráfico de drogas” que conspiraron para introducir cientos de kilos de cocaína a ese país.
Con la acusación ante el Gran Jurado de Virginia, la suerte de los narcotraficantes estaba echada y uno a uno fueron cayendo en manos del Gobierno estadounidense que describió a la estructura como una organización guatemalteca de narcotráfico a gran escala.
La agencia estadounidense antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés) pudo documentar que entre marzo de 2014 y marzo de 2018 transportaron cientos de kilos de cocaína en un corto periodo de tiempo, además del traslado ilegal por tierra de más de US$8 millones en efectivo que servían para pagar la droga y a los empleados de la estructura.
Las investigaciones de los agentes estadounidenses lograron evidenciar que el pequeño Cartel compraba la droga desde Ecuador y Colombia para trasladarla a Costa Rica y luego a Guatemala en donde la almacenaban y negociaban con los Carteles mexicanos.
Por aire, mar y tierra, la estructura transportó cientos de kilos de droga en un breve periodo de cuatro años obteniendo cuantiosas ganancias, según las investigaciones.
Dentro de los golpes recibidos por el pequeño Cartel que ayudaron a desbaratar la estructura, se encuentra la incautación de un cargamento de 530 kilos de cocaína trasladado en una lancha con bandera ecuatoriana en marzo de 2016 que fue interceptado cerca de la costa de Costa Rica por las autoridades locales, así como la incautación en Guatemala de 381 kilos de droga en junio de 2016 en uno de los camiones de los acusados.
Al contrario de lo que ocurría con los grandes capos que eran conocidos abiertamente como Los Lorenzana, la estructura desarticulada por Estados Unidos era discreta y no se conocieron encuentros violentos entre los integrantes de esta estructura y otros grupos rivales. Sin embargo, sí se les acusó por el Gran Jurado de adquirir armas y entrenar a un grupo de hombres que debía proteger los cargamentos e investigar posibles tumbes.
Los condenados
Luis Pedro Fuentes Amaya
Conocido con el sobrenombre de Marlboro, recibió una sentencia de 16 años de cárcel y cinco años de libertad condicional. Según la acusación de la Fiscalía estadounidense, Fuentes estaba encargado de la adquisición y almacenamiento de la droga. Fue condenado en julio del año pasado, luego de declararse culpable.
Edi Donaldo Barrera Salguero
Conocido como Reynaldo, Patojo o Roberto Gómez Bolaños, era el encargado del transporte de drogas y dinero por vía terrestre. Según la acusación de las autoridades estadounidenses, Barrera, por medio de su empresa Importadora la Zarza Encendida, trasladó droga desde Costa Rica hasta Guatemala por al menos 3 mil 586 kilos, y movió efectivo por alrededor de US$8 millones 475 mil 850 que servían a la organización criminal para pagar la droga, así como a los empleados involucrados en el proceso.
Uno de los vehículos de Barrera se vio involucrado en la incautación de 381 kilogramos de narcóticos en junio de 2016 en un retén de la Policía instalado en Villa Nueva, cercano a la empresa de Barrera, según la investigación. La droga estaba valorada en Q31 millones.
Tras su detención en septiembre de 2020 para ser extraditado, Barrera se declaró culpable ante la justicia estadounidense, y fue condenado el pasado 6 de agosto a 17 años y medio de cárcel.
El que recién se declaró culpable
Amílcar Chávez Barrera, conocido como Bendiciones, Garra o Garrucha, era el encargado de coordinar el transporte marítimo de la droga. Chávez fue detenido en abril del año pasado en Escuintla y fue extraditado a Estados Unidos en junio de este año.
Chávez se declaró culpable en agosto pasado de los cargos que le imputa Estados Unidos y está programada su sentencia para diciembre próximo.
Los integrantes de la estructura que podrían estar colaborando
Javier Portillo Ruano, guatemalteco, conocido por los sobrenombres de Wendy López, Pablón, Pascual, Lukas, Pelón, era uno de los líderes de la estructura. Aunque no fue posible determinar si ya fue sentenciado, ni se encuentra en los archivos de capturados que guardan prisión en centros de detención de EE. UU.,
Portillo podría estar colaborando para reducir su sentencia, uno de los documentos de la acusación de otro de los miembros de la organización deja entrever que el líder de la organización ya fue procesado a 25 años de prisión. La función de Portillo, según la fiscalía, era la intermediación, organización, distribución, almacenamiento y transporte de la cocaína.
Elder Emanuel Rodríguez Fernández, conocido con los sobrenombres de Infame, Lenox, Sobrenatural, Rikarena, era otro de los cabecillas de la estructura. Rodríguez tampoco aparece dentro de los condenados o como capturado, pero al igual que Portillo, los archivos de los otros acusados dejan ver que pudo haber sido condenado a 23 años y medio de prisión. En 2013 la justicia de Costa Rica le incautó US$16 mil y Rodríguez se enfrascó en una batalla legal para intentar recuperarlos, el proceso llegó hasta la Sala Constitucional que le dio la razón al juzgado en cuanto a que era Rodríguez quien debía aclarar la procedencia del dinero y no el Estado que debía demostrar que su procedencia era ilícita.
Alexander Morera Ramírez, apodado Lagarto, Lacoste o FC Barcelona, es el único costarricense de la estructura, de él tampoco aparecen archivos o indicios en Costa Rica de que pudo haber sido detenido y extraditado, sin embargo, los documentos de las acusaciones contra sus compañeros dan cuenta de que pudo haber sido condenado a 17 años y medio de cárcel, al igual que otros dos de los integrantes del pequeño Cartel. Morera era, según las autoridades, el responsable de la adquisición de la droga en Sudamérica, el almacenamiento y la distribución desde Costa Rica.