El cabecilla rebelde, Ogli Ángel Padilla Romero, fue encontrado moribundo en la selva del departamento de Chocó (noroeste), donde había sido el objetivo de un bombardeo el 18 de septiembre, que dejó siete muertos y varios heridos. Murió, tras ser tratado en un hospital, aseguró el jefe de esa cartera, Diego Molano, a medios de comunicación.
Antilavado de dinero / DW.
«Fue ubicado herido, cubierto con arbustos y vegetación en el día de ayer (lunes, 27 de septiembre de 2021). Estaba muy cerca del lugar donde ocurrió la operación aérea», dijo Molano. Luego falleció mientras recibía atención médica en la ciudad de Cali (suroeste).
Las autoridades sospechaban que el comandante estaba en el campamento atacado, luego de encontrar sus pertenencias en medio de los cuerpos de otros siete guerrilleros abatidos.
El Chocó es uno de los bastiones de la guerrilla guevarista, la última activa de Colombia tras el acuerdo de paz de 2016 que desarmó a las FARC. ‘Fabián’ encabeza el denominado Frente de Guerra Occidental, el segundo de mayor expansión tras el histórico pacto.
«Era un criminal de la mayor peligrosidad, era autor de muchos asesinatos, de secuestros (…), cabecilla de narcotráfico» y culpable del desplazamiento de «miles de personas», añadió el ministro.
También había auspiciado ataques a la fuerza pública y actos de vandalismo, durante las masivas protestas antigubernamentales que sacudieron al país entre abril y junio de este año, dejando decenas de muertos, según la Policía.
En las últimas semanas el gobierno le ha atribuido al ELN varios golpes contra la fuerza pública.