En la tarde de este sábado 23 de octubre las autoridades colombianas confirmaron la captura de Dairo Antonio Úsuga David, alias ‘Otoniel’, máximo jefe de la banda criminal del Clan del Golfo y uno de los narcotraficantes más buscados del país. El presidente Iván Duque llamó a este operativo el más importante en la lucha contra el narcotráfico en el siglo XXI en Colombia, y lo comparó con el que provocó la muerte de Pablo Escobar en 1993.
Antilavadodedinero / Infobae
El operativo articulado entre el Ejército Nacional, la Policía y la Fuerza Aérea, el cual se desarrolló en la región del Urabá antioqueño, al noroccidente de Colombia, permitió la detención del máximo líder de esta banda criminal considerada la más buscada en el país, y la cual está dedicada especialmente al narcotráfico y a la minería ilegal.
Darío Antonio Úsuga David, quien estuvo al mando del Clan del Golfo desde 2009 y consolidó su expansión por el territorio nacional, inició su carrera criminal en el grupo guerrillero del Ejército Popular de Liberación (EPL). Luego de hacer parte de su desmovilización en 1991, y con 19 años, entró a las filas de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU).
Según la fundación InSight Crime, dentro de las reorganización de los grupos paramilitares en Colombia de la década de 1990, alias ‘Otoniel’ estuvo bajo órdenes de Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’, dedicándose a la administración de extorsiones y lavado de activos del Bloque Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Luego de la desmovilización las AUC en el 2005, efectuada durante el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez, y poco tiempo después de haber entregado las armas, ‘Otoniel’ y ‘Don Mario’ hicieron una alianza en la que conformaron el grupo que sería el germen del Clan del Golfo, la organización criminal denominada como ‘Los Urabeños’.
A su vez, InSight Crime recogió que expansión territorial de este grupo criminal continuó de manera acelerada a pesar de la captura de ‘Don Berna’ en 2009 y de la muerte de su hermano, alias ‘Giovanni’, a manos de las autoridades colombianas en 2012. Para expandirse, ‘Los Urabeños’ se liaron a sangre y fuego, aunque tuvieron algunas alianzas con otras estructuras socias en sus actividades ilegales.
Con ‘Otoniel’ a la cabeza del Clan del Golfo, el narcotráfico y la minería ilegal se convertirían en algunas de las rentas más lucrativas de esta organización que llegó a consolidar su presencia en buena parte del territorio nacional. La organización incorporó antiguos miembros del EPL y de las AUC, que emprendieron una lucha frontal con otros grupos ilegales y el mismo Estado.
Sin embargo, el cabecilla de esta estructura le solicitó al Gobierno de Juan Manuel Santos una negociación para su sometimiento en 2017, luego que se lanzara la Operación Agamenón entre el Ejército y la Policía Nacional conformado por algunos de los mejores oficiales para enfrentar al Clan del Golfo y capturar a ‘Otoniel’.
Sin lograr ningún acuerdo con el Gobierno y de enfrentar la arremetida de las Fuerzas Armadas por el control de la región del Urabá antioqueño con el lanzamiento de la Operación Agamenón II, Otoniel, quien prefería andar en mula y no dormir más de una noche en el mismo lugar, emprendió su huida entre el Nudo del Paramillo y entre los municipios de Mutatá y Chigorodó.
A pesar de su control territorial, de sus cuantiosos recursos producto de las rentas ilegales, y de su violenta Dairo Antonio Úsuga David, alias ‘Otoniel’, fue capturado este sábado en la Operación Osiris, que deja a la estructura criminal más grande del país sin una cabeza visible.