¿Su empresa está en riesgo de fraude? Averígüelo antes de que sea tarde

Por Carlos Rozen (BDO Becher)

Existen algunos atributos que el común de la gente suele asociar con condiciones positivas del ser humano. Inteligencia, creatividad y capacidad para el planeamiento estratégico y la gestión de riesgos son algunas cualidades celebradas del hombre.

Sin embargo, estas mismas condiciones pueden ser tremendamente dañinas si son utilizadas por individuos cuya intención es conseguir beneficios de forma ilegal. Es decir, para cometer un fraude.

El fraude es el delito más creativo. Los fraudes difíciles de detectar son fruto de mentes ingeniosas. Pero no existe el crimen perfecto. El ingenio humano también puede servir para prevenir y detectar maniobras ilegales.

Pero, ¿qué es exactamente un fraude?

Básicamente, se trata de un engaño, abuso de confianza, dolo o simulación realizado en forma intencional que puede implicar manipulación, falsificación o alteración de registros o documentos, malversación de activos, eliminación u omisión de los efectos de ciertas transacciones en los registros o documentos, registro de transacciones sin respaldo, mala aplicación de políticas contables, entre otros elementos.

Fraudes internos versus fraudes externos

Un fraude interno es perpetrado por varias personas dentro de una organización con el objetivo de obtener un beneficio personal a través de una asignación irregular de los recursos de la empresa. 

Un fraude externo es efectuado por una o varias personas para obtener un beneficio personal ilícito utilizando fuentes externas como bancos, clientes, proveedores, etc.

¿Cuáles son los tipos de fraude?

Interceptar: realizar un cobro antes de que éste se registre.

Sustraer: hacerse con una cantidad en efectivo después de haberla registrado.

Desviar: hacer que un desembolso legítimo se desvíe de su destino previsto.

Distorsionar: modificar los estados financieros u otra información con el objetivo de ocultar fraudes anteriores o futuros.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

La experiencia indica que existen ciertos factores de riesgo que incrementan la probabilidad de ocurrencia de fraudes en una organización.

1) Falta de adecuados controles internos

2) Circulación, en la empresa, de activos de fácil y rápida liquidación como efectivo, bonos, pagarés, etc.

3) Documentación confusa

4) Escasa capacitación del personal, alta o baja rotación de puestos, trabajadores disconformes y desmotivados, bajos salarios.

Si esta es su situación, no se alarme. Los fraudes pueden prevenirse y detectarse. En futuros artículos en MATERIABIZ, presentaremos una guía sobre las medidas a adoptar para incrementar la seguridad de una organización y evitar que siga caminando por la cornisa.

Carlos Rozen
Socio de BDO Becher, Prácticas de Auditoría Interna

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