Las autoridades de Honduras arrestaron este jueves 04 de noviembre al candidato presidencial Santos Rodríguez Orellana -un capitán retirado del Ejército- acusado de lavar dinero del narcotráfico y participar en homicidios, entre ellos el de un informante de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
Antilavado de Dinero / DW.
Su detención ocurre a menos de un mes de los comicios presidenciales con los competidores favoritos salpicados por señalamientos de corrupción y narcotráfico. También lo está el actual presidente, Juan Orlando Hernández, quien dejará el cargo en 2022 después de ocho años en el poder.
Rodríguez, del Movimiento Independiente Dignidad y Esperanza (MIDE), es requerido por «lavado de activos», según el Ministerio Público (MP). Además, un testigo protegido contó que Rodríguez -en sus funciones como capitán de las Fuerzas Armadas- «realizaba operativos (…) y al encontrar dinero o droga no la declaraba en su totalidad, quedándose con parte de lo incautado y las armas decomisadas eran llevadas a un grupo delictivo denominado ZIPE».
«Según testigos también está involucrado en la muerte de muchas personas, incluido un informante» de la DEA, indicó la institución. La Fiscalía dijo que también se le acusa de negociar entregas de drogas que habían sido robadas a otras organizaciones criminales y de dar el dinero por estas operaciones a su esposa y a su suegra, detenidas junto con Rodríguez. Tras hacer una revisión de las cuentas bancarias de los detenidos, se evidenció que «la actividad mercantil realizada y registrada ante la administración de rentas no es coherente con lo declarado» ante el fisco, precisó el MP.
Al ser aprehendido, Rodríguez consideró su detención como «ilegal», y rechazó todos los cargos que se le imputan. «¿Estoy en lavado de activos y narcotráfico? Es venganza del presidente porque su hermano está preso en Estados Unidos. A mí me pueden buscar lo que quieran, yo no tengo nada que esconder», afirmó en un video grabado por sus colaboradores.
En los últimos meses, Rodríguez había asegurado que fue uno de los que acusó de narcotráfico a Tony Hernández, exdiputado y hermano del presidente, actualmente condenado a cadena perpetua por ese delito en EE. UU. En octubre de 2016, la Embajada de los Estados Unidos en Tegucigalpa había advertido que Santos Rodríguez se encontraba «bajo investigación debido a sus presuntos vínculos en actividades de narcotráfico y corrupción».