El periodista, Mario Maldonado afirmó que Emilio Lozoya denunció, a diestra y siniestra, a 70 personas ante la Fiscalía General de la República en julio pasado; a muchos por revanchas personales, a otros porque se lo pidieron, y a unos más porque se sintió traicionado. A quienes no acusó, pero formaron parte esencial del entramado de corrupción por el que hoy está sometido a juicio y en el Reclusorio Norte, fueron sus amigos y presuntos cómplices dentro de Pemex.
Antilavadodedinero / Eluniversal
Desde que Lozoya fue acusado por los delitos de corrupción, cohecho, asociación delictuosa y lavado de dinero, poco se ha hablado de su círculo más cercano, que desapareció desde que explotó la bomba de Odebrecht, obligando a Lozoya a huir de México. Personajes como Froylán Gracia, Carlos Roa, Rodrigo Arteaga, Arturo Henríquez Autrey, Francisco Olascoaga e Ignacio Durán, están en el ojo del huracán.
Froylán Gracia fue siempre la mano derecha de Emilio Lozoya, y uno de los pocos que dieron la cara por él luego de que se detonaran los casos de corrupción. Juntos planearon casi todas las acciones emprendidas por la petrolera durante su gestión y, en su papel de jefe de Oficina de la Dirección General de Pemex, Froylán fue el encargado de gestionar reuniones y relaciones sociales que favorecieron a todos los integrantes del primer círculo de Lozoya.
Es el creador del llamado “Club del millón de dólares”, de los cobros millonarios por entrevistarse con su entonces jefe, y de las extorsiones a empresas que fueron denunciadas.
Junto con el coordinador de asesores de la dirección General de Pemex, Carlos Roa, eran los encargados de dirigir todos los movimientos en la Torre de Marina Nacional cuando Lozoya estaba ausente.
Roa trabajó también como jefe de la División de Efectividad de Desarrollo en la Corporación Interamericana de Inversiones y dejó el cargo siete días después de Lozoya, pues fue señalado por las autoridades en los casos de la compra de Agro Nitrogenados y Fertinal.
Rodrigo Arteaga Santoyo, exsecretario particular de Emilio Lozoya y a quien el exdirector de Pemex ofreció a las autoridades como testigo de sus dichos, se encargaba de la agenda particular del exfuncionario. De carácter explosivo, también fue acusado de intimidar a los empresarios para que pagaran los “derechos” de entrevistarse o reunirse con su jefe, según denuncias de empresarios.
El compadre de Lozoya, Arturo Henríquez Autrey, se desempeñó como director de Procura y Abastecimiento de Pemex, y ha sido investigado, entre otras cosas, por haber facilitado las transacciones sospechosas con Repsol, OHL y Altos Hornos de México; esta última, una empresa en la que su tío, Carlos Autrey, se identificó como socio y como uno de los hombres más cercanos a Alonso Ancira, también enjuiciado por la venta de la planta de Agronitrogenados a Pemex.
Henríquez Autrey abandonó el país luego de que se iniciara una investigación en la UIF por su supuesta participación en actos de corrupción y lavado de dinero, relacionados con el caso Lozoya-Odebrecht.
Francisco Olascoaga, exjefe de departamento en Pemex, está vinculado con una de las empresas en las que Lozoya recibió recursos presuntamente producto de la corrupción. Se trata del fondo Makech Capital, creado por Lozoya, en el que también coincidieron otros exfuncionarios y asesores como Edgar Torres Garrido y Mariana García Cadena.
Froylán Gracia, Gustavo Hernández y Carlos Roa acompañaban frecuentemente al entonces gobernador de Veracruz, Javier Duarte, a eventos del sector petrolero en Houston, Texas, ciudad donde el grupo de amigos compartía propiedades inmobiliarias y mantenía negocios personales.
Prácticamente todos quienes tuvieron un cargo de dirección al interior de Pemex han figurado en las investigaciones emprendidas por la justicia mexicana, como Víctor Díaz Solís, Leonardo Cornejo Serrano, Miguel Tame Domínguez, Alejandro Martínez Sibaja y Gustavo Hernández García, entre otros.
Sin embargo, la FGR no se ha detenido en ellos, pues la urgencia era delatar a los personajes incómodos de los sexenios pasados, desde expresidentes, legisladores y exfuncionarios públicos de alto rango, como Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray, Felipe Calderón y Ricardo Anaya.
¿Será que ahora que Lozoya duerme en el Reclusorio Norte, se animará a delatar a sus amigos multimillonarios, quienes ahora viven y disfrutan en sus casas de lujo del extranjero? ¿Será que la FGR se animará a investigar verdaderamente todo el entramado de corrupción en Pemex y sus principales protagonistas?