Desapareció en Miami, el piloto que pretendió derribar avión de Chávez

Un piloto de la Fuerza Aérea Venezolana acusado por el chavismo de pretender derribar el avión presidencial para matar al entonces gobernante Hugo Chávez desapareció misteriosamente en Miami y sus allegados piensan que pudo ser alcanzado por el largo brazo del régimen de Caracas.

Antilavadodedinero / El Nuevo Herald

Helímenas José Labarca Soto, quien habría sufrido un atentado y amenazas en Venezuela, está desaparecido desde el pasado julio después de que terminó un trabajo en Dania Beach, en la costa este de la Florida, y se dirigió a su residencia en Hialeah Gardens, en el Condado Miami-Dade.

El mayor retirado de la Fuerza Aérea Venezolana (FAV), de 61 años, se refugió en Estados Unidos en 2017 tras pasar dos años en la prisión militar de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, acusado de deserción, sustracción de efectos pertenecientes a la Fuerza Armada Nacional (FAN) e instigación a la rebelión militar, de acuerdo con documentos de un tribunal militar chavista.

Previamente una comisión de la Asamblea Nacional bajo control del chavismo lo acusó de planificar un magnicidio en los cielos venezolanos en 2008.

La comisión especial para investigar el intento de golpe de Estado contra Chávez dijo que el mayor fue detenido con armamento sustraído de la FAN, pasaportes falsos, mapas, notas y coordenadas para un plan de vuelo en un avión F-16.

“Presumimos que el Mayor (AV) Helímenas José Labarca Soto, quien sería el piloto encargado de intentar derribar al avión presidencial para asesinar al Presidente Hugo Chávez, estuvo recibiendo entrenamiento en países extranjeros”, señaló.

Los conocidos del militar en el Condado Miami-Dade dijeron temer lo peor.

“Lo que puedo temer es que con el perfil que él tiene haya sido víctima de una maniobra del régimen chavista para llevárselo a Venezuela o hacerle algo. Es una tesis que no se puede descartar”, dijo a el Nuevo Herald José Colina, militar y presidente de la organización Venezolanos

Guillermo Beltrán, también piloto de la FAV y amigo de Labarca, coincide con Colina.

“Uno tiene que ser suspicaz. Si le quieren hacer maldad, pudieron venir y darle unos golpes, montarlo en un avión y llevarlo a Cuba o Venezuela y meterlo en una mazmorra. Esa es una opción”, dijo.

Labarca fue uno de los pilotos que protegió al fallecido presidente Carlos Andrés Pérez durante un intento de golpe de Estado el 27 de noviembre de 1992 cuando se alzó la FAV. Una acción que Colina y Beltrán aseguran que le generó muchos enemigos dentro de esa rama militar y en el chavismo.

“En Venezuela siendo mayor activo le hicieron algo a su carro y cuando estaba manejando otro vehículo le dio por detrás, perdió el control y el vehículo se estrelló. Casi pierde un brazo. Al salir del hospital se desapareció como tres meses porque aparentemente lo habían amenazado en 2006”, relató Beltrán.

La desaparición del militar es investigada por el Departamento de Policía de Hialeah Gardens, ciudad donde residía.

Su teléfono celular está apagado, no hay movimiento en su cuenta bancaria, su vehículo está estacionado en la casa donde alquilaba una habitación y no se encontraron rastros de violencia en el cuarto, dijo el detective Jesús Gorotiza de la policía de Hialeah Gardens a el Nuevo Herald.

Tampoco hallaron su pasaporte, ni su cartera, ni las llaves del auto.

En la primera semana de julio el exmilitar terminó un trabajo con Beltrán y le dijo que lo esperara en los próximos días para terminar el piso de un sitio de construcción porque posiblemente haría diligencias personales y no sabía si viajaría, pero que en todo caso regresaría.

“¿A dónde iba y qué iba a hacer? Ni idea”, dijo Beltrán.

Un vecino se comunicó con Beltrán para informarle que entre el 24 y 25 de julio vio al militar estacionar el auto y entrar en su habitación, pero después no supo más nada.

El dueño de la casa también llamó para informar que Labarca no había cancelado el alquiler. “En 28 meses nunca había dejado de pagar la renta”, dijo Beltrán.

Beltrán llamó a la policía y el propietario le dio acceso a la habitación donde no encontró la cartera de su amigo, ni las llaves. Solo algunas joyas, entre ellas su anillo de matrimonio, y no vio signos de violencia.

“El 4 de agosto fue el último contacto por teléfono confirmado con una compañera de bachillerato en un grupo que ellos tienen. No sabemos desde dónde”, dijo.

SIN PISTAS

La policía lo ha buscado en “todos los hospitales”, en las cárceles, en la morgue, ha indagado en los aeropuertos para saber si alguna persona con su nombre ha viajado.

“No hay nada que nos conduzca a una pista”, dijo Gorotiza.

El detective explicó que si se tratara de un secuestro, la persona en una situación así no se preocupa por cerrar la puerta de la casa.

“Lo que más me puso en alerta es que lo hubieran secuestrado, por qué llevarse el pasaporte y los documentos de identificación. Tampoco estaba su cepillo de dientes. Si se tratara de un secuestro eso es algo que no sucede”, puntualizó.

Gorotiza informó que habló con familiares que le comentaron lo que vivió Labarca en su país.

“Mi opinión es que creo que se está escondiendo. No estoy ciento por ciento seguro. Por su historial es que pienso que se está escondiendo por alguna amenaza u otro motivo”, dijo aunque no tiene información de que lo estuvieran amenazando.

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