El gobierno de Turquía prohibió este viernes 12 de noviembre que ciudadanos de Irak, Siria y Yemen aborden vuelos hacia Bielorrusia, debido a la situación creada en la frontera de este país con Polonia, donde miles de migrantes intentan cruzar de manera ilegal hacia territorio de la Unión Europea, lo que ha desatado una crisis humanitaria y política entre Bruselas y Minsk.
Antilavado de Dinero / DW.
«Debido a los problemas de cruce ilegal de fronteras entre la Unión Europea y Bielorrusia se ha decidido que no se permitirá comprar billetes ni subir a los aviones a los ciudadanos de Irak, Siria y Yemen que quieren viajar a Bielorrusia desde aeropuertos turcos, hasta nuevo aviso», anunció Aviación Civil de Turquía. Poco antes, la línea aérea bielorrusa a Belavia había notificado también de la medida.
A través de un comunicado, la empresa señaló que «en virtud de una decisión de las autoridades competentes turcas, los ciudadanos de Irak, Siria y Yemen no tienen autorización para tomar vuelos entre Turquía y Bielorrusia”. De esta forma se cierra una de las rutas utilizadas por los migrantes para llegar a Minsk y desde allí a la frontera con la Unión Europea (UE) a través de los bosques.
Nuevas sanciones
Concretamente hay unas 2.000 personas, mayoritariamente kurdas, en un campamento improvisado en el lado bielorruso de la frontera, que esperan entrar en Polonia, y por tanto a la Unión Europea (UE). Pero Polonia les impide el paso y ha desplegado un importante dispositivo militar en la frontera, además de erigir vallas con alambres de púas.
La UE acusa a Bielorrusia de organizar estos movimientos de migrantes, entregando visados e incluso fletando vuelos, con el fin de intentar crear una crisis migratoria en Europa, en respuesta a las sanciones internacionales impuestas contra el gobierno de Alexander Lukashenko tras las elecciones de agosto de 2020, que el mandatario bielorruso ganó con el 80 por ciento de las preferencias y que Occidente considera «fraudulentas”.
Ahora los Veintisiete preparan nuevas sanciones contra Bielorrusia por la «guerra híbrida» que libra con el transporte de migrantes a la frontera comunitaria. Tanto Turquía, con su aerolínea de bandera Turkish Airlines, como Rusia, con Aeroflot a la cabeza, han negado cualquier participación en el transporte de migrantes indocumentados a Bielorrusia.