Enfrentamientos entre narcotraficantes generan terror en Costa Rica

Una disputa inusualmente prolongada entre dos bandas narcotraficantes rivales en el norte de Costa Rica acumula más de 150 muertos en cinco años. Las autoridades renuevan esfuerzos por poner fin a la violencia.

Antilavado de Dinero / In Sight Crime.

El 22 de noviembre, el ministro de seguridad de Costa Rica, Michael Soto, declaró que los enfrentamientos entre las organizaciones de dos narcos, conocidos como Diablo y Pechuga, sembraban el terror entre los residentes de varias comunidades de Sarapiquí y Limón, al norte del país. En una conferencia de prensa, Soto afirmó que incrementarían rápidamente la presencia policial en la zona.

Según Diario Extra, entre enero de 2016 y mayo de 2021, esta guerra ha cobrado cerca de 150 homicidios dentro y fuera del cantón de Pococí en Limón. Según Soto, en los casos de muertes más recientes las víctimas fueron decapitadas o quemadas vivas, muertes inusualmente violentas para Costa Rica.

A lo largo de 2021, balaceras frecuentes y homicidios selectivos han sacudido a Pococí, entre ellos varios ataques a bares y restaurantes o el asesinato de las víctimas en sus propias casas. Entre enero y octubre de 2021, la policía registró 31 homicidios en Pococí, 16 en Guácimo y 15 en Sarapiquí, tres cantones en el epicentro de la guerra narco entre Diablo y Pechuga.

Alejandro Arias Monge, alias “Diablo”, es el hombre más buscado de Costa Rica. Según los reportes policiales, controla gran parte del microtráfico en Pococí, población con una ubicación estratégica para el embarque de cocaína hacia el norte en dirección a Nicaragua y al puerto de Limón. Arias Monge también ha sido implicado en lavado de dinero y ganadería ilegal.

Diablo ha visto su territorio disputado por Moreno Borbón, alias “Pechuga”. Desde 2016, esta banda, que surgió en las inmediaciones del vecino Guápiles, se ha disputado por el territorio de Diablo.

Soto admitió que la escalada de violencia había tomado por sorpresa a las autoridades. “Es una situación que nos parece absurda, tonta […] decidimos empezar en conjunto alguna operación policial […] para retomar la calma”, declaró en la conferencia de prensa.

Análisis de InSight Crime

En Costa Rica no es extraño ver derramamiento de sangre por viejas rivalidades por el microtráfico localizado, y están asociadas a una lucrativa demanda de estupefacientes en las principales ciudades.

Pero ser el actor criminal dominante en Pococí y sus zonas aledañas puede ofrecer mayores ventajas para Diablo y Pechuga.

En primer lugar, Pococí es un atajo desde la frontera nicaragüense, que alberga diversas economías criminales. Arias Monge tiene conexiones bien establecidas con Nicaragua, como lo indicaría la captura de su mano derecha en ese país en junio pasado. Dennis Antonio Mendoza García, ciudadano nicaragüense, fue arrestado después de un tiroteo con la policía en posesión de más de $2 millones en efectivo y un rifle automático.

La policía creía que la banda de Diablo trasegaba narcóticos por Costa Rica desde Panamá hasta Nicaragua.

Incluso circuló un rumor en la prensa costarricense este año de que Arias Monge había muerto durante una visita a Nicaragua.

En segundo lugar, Pococí se encuentra en el distrito de Limón, una importante autopista de drogas que iba en dirección al puerto de Limón, desde donde se introducen ilegalmente en contenedores que van hacia Europa. La ciudad portuaria también es un centro de violencia de pandillas, por la competencia entre distintos grupos para hacerse a los cargamentos de cocaína y marihuana.

InSight Crime visitó el Puerto de Limón en 2020 y reportó las colosales cantidades de drogas que salen por ese puerto, la colaboración de los funcionarios y la cantidad de nuevas mansiones a lo largo de la carretera que sale del puerto, y que termina por llegar a Pococí.

Un periodista costarricense de la provincia relató a InSight Crime, bajo condición de anonimato, que en el distrito de Limón, “las bandas criminales no tienen el poder ni las finanzas de sus contrapartes colombianas o del Triángulo Norte. Reciben cargamentos de cocaína a lo largo de las costas Atlántica y Pacífica, las almacenan en bodegas o haciendas, dejan que los cargamentos “se enfríen” por un tiempo, y luego los exportan por el puerto de Limón”.

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