Afganistán continúa imponiendo mandatos que vulneran los derechos humanos. El nuevo Ministerio para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio ha emitido ocho nuevas normas, una de ellas incluye la regla de que la televisión y cualquier medio de comunicación no pueden transmitir programas en los que aparezcan mujeres, y menos que se les vea alguna parte de su cuerpo. A su vez, se obliga a que todas las mujeres periodistas que aparecen en los medios tienen que llevar obligatoriamente el burka.
Antilavado de Dinero / Atalayar.
Además, estas normas también prohíben mostrar contenido que no represente la cultura y los valores impuestos por los talibanes, y prohíben la emisión de cualquier tipo de serie, programa o película de origen extranjero, ya que según el comunicado que han realizado estos “no deben indultar la dignidad humana y los valores islámicos”.
Las personalidades de la televisión afgana han informado que estas nuevas reglas son ofensivas y vulneran la identidad de las personas, afirmando que los talibanes en su intento de control hacia el género femenino, van a tener que excluir de su parilla televisiva a la mitad de la población de la cultura popular. La actriz afgana Mina, de 26 años, ha podido hacer declaraciones al periódico The National.
“Al eliminar a las mujeres, la mitad de la población afgana de los programas de televisión, los talibanes pretenden borrar nuestras identidades, como si las mujeres no existieran en Afganistán”, comentó la actriz.
Las medidas tomadas vulneran de forma clara los derechos humanos, y personas como Mina tuvieron que aprender a superarse, tras el primer mandato de los talibanes, en una sociedad en la cual, las antiguas normas hacia las mujeres dejaron una huella profunda en el país. Por suerte, la actriz pudo debutar y entrar en la industria del entretenimiento de la nación. “Tuve la oportunidad de trabajar en programas que retrataban personajes femeninos fuertes, junto con mujeres igualmente fuertes en los equipos de producción. Ahora, todos se encuentra bajo amenaza y algunos han podido escapar, pero muchas como yo, estamos escondidas temiendo represalias”, declaró para The National.
Y como otras muchas mujeres que han retado al nuevo régimen talibán, la joven actriz ha recibido varias amenazadas tanto del propio Gobierno, como de los simpatizantes y afiliados, acusada de insultar los valores islámicos que este nuevo mandato pretende imponer a una población que está sufriendo todas las consecuencias. “La historia de la cultura y la religión está formada por mujeres fuertes, pero los talibanes no lo reconocerán. No entiendo por qué nos odian tanto”, afirmó Mina.
El Gobierno talibán todavía no ha terminado con las restricciones. En su búsqueda de fomentar el odio y el machismo contra su ciudadanía masculina, también han obligado a que las periodistas tengan que usar burka. Y aunque cada vez son menos las que aparecen en la pequeña pantalla, ya que o las despiden o tienen que huir por estar en contra del régimen, esta nueva regla impondrá a las pocas que quedan a taparse completamente para realizar su trabajo. Antes de la toma de poder, las presentadoras y periodistas usaban maquillaje y trajes coloridos; ahora han tenido que cambiar su indumentaria por ropa sobria y renunciado a toda libertad de expresión.
Este nuevo Ministerio, que sustituyó al Ministerio de Asuntos de la Mujer, también prohíben cualquier contenido de emisión extranjera, en la que la mayoría de las mujeres no cumplen las reglas islamistas de vestimenta. Las telenovelas y series turcas, que están tomando mucha relevancia a nivel mundial, van a estar completamente prohibidas ya que en ellas las mujeres enseñan su pelo, llevan escote, etc. Asimismo, también se prohíbe contenido donde salgan hombres enseñando el torso. “Tenemos que contrarrestar la propagación de la inmoralidad y la transmisión de vídeos que van en contra de la sharía”, comunicó el Ministerio.
Desde la llegada de los talibanes a Kabul, las mujeres corren un grave peligro. Después de dos décadas en las que se retomó una normalidad desde el último mandato militar las mujeres se vuelven a encontrar con una situación en la que el propio Gobierno promueve el odio hacia ellas y si no cumplen sus normas son castigadas severamente o incluso asesinadas por la “policía moral”. Afganistán está incumpliendo derechos humanitarios y parece que nadie pone fin a esta barbarie donde nacer mujer es una penitencia de por vida.