Los socios de José Manuel Villarejo intentaron convencer a sus clientes, los hermanos Ángel y Álvaro Pérez-Maura, de que el exmagistrado Baltasar Garzón mediaría para frenar la extradición del primero de ellos a Guatemala. Nuevas comunicaciones incorporadas a la causa demuestran como entre los años 2016 y 2018 les trasladaron que estaban trabajando con el abogado porque tenía «control total» y «absoluto» de todo el entorno. Además, dieron a entender que estaba cobrando por esta gestión al asegurar que era «muy caro pero totalmente efectivo«.
Antilavadodedinero / Vozpopuli
Así lo acreditan los mensajes telefónicos recogidos en un informe de la Unidad de Asuntos Internos incorporado a la cuarta pieza separada del caso Tándem. Los agentes analizan las comunicaciones que cruzó uno de los principales imputados en esta investigación, el abogado Enrique Maestre, con el resto de implicados en la causa. El trabajo encargado por los dos hermanos tenía como fin, por un lado, frenar el proceso de extradición al país centroamericano, y, por otro, entorpecer una investigación abierta en Guatemala por presuntos sobornos al entonces presidente Otto Pérez Molina.
Los implicados en este encargo -bautizado como Pit– hicieron continuas alusiones a su cercanía al exmagistado de la Audiencia Nacional y a la capacidad de influencia que éste tenía para conseguir frenar las pesquisas. Tanto Maestre como el resto de implicados aluden a él con el sobrenombre de ‘Mago’, mismo pseudónimo con el que se referían también al comisionista guatemalteco Jonhatan Chevez. Sin embargo, en este último oficio policial adelantado por El Confidencial y al que ha tenido acceso Vozpópuli, los agentes aclaran que todas las referencias recogidas sobre ‘el mago’ son las relativas al abogado.
De este modo, en una conversación mantenida con Ángel Pérez-Maura el 11 de octubre de 2016, ya le adelanta que «el rey mago» había «convocado a comer» a Adrián de la Joya. El empresario de la jet se vio implicado en esta trama internacional que también se desarrolló en Estados Unidos con el fin de erradicar las investigaciones seguidas entonces en la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), a cuyo frente se encontraba el colombiano Iván Velásquez. En concreto, se indagaron mordidas que habría pagado Terminal de Contenedores de Quetzal (TCQ) para adjudicarse un contrato para operar en Puerto Quetzal (Guatemala).
«Perry está con el mago»
El 7 de julio de 2017 el abogado Maestre trasladó a Álvaro Pérez-Maura que las gestiones para frenar la entrega (y por las que pagaron poco más de siete millones de euros) seguían adelante. «Perry (José Manuel Villarejo) está hoy con el mago y se va mañana para la zona para verse con él y alguien más que está por encima de él y no me ha podido comentar», reza el mensaje. La fecha es especialmente significativa dado que la Fiscalía Anticorrupción ya investigaba en secreto este caso Tándem que estalló en noviembre de ese año con las detenciones de los principales imputados.
Los mensajes ponen de manifiesto que las gestiones que lideraron Maestre; el empresario cercano a los navieros, Armando Mateo Flandorfer; y De la Joya, se siguieron en su esencia con Rafael Redondo, socio de Villarejo en el Grupo Cenyt. De hecho, aludían a ‘La Torre’ cuando se referían a sus visitas a la sede del entramado empresarial del policía, ubicado en el rascacielos madrileño de Torre Picasso. Todos ellos trataron de convencer a los dos hermanos navieros que sus problemas con la Justicia en Guatemala se acabarían frenando en parte debido al trabajo de alto nivel que realizaban.
Sin embargo, los mensajes revelan una doble cara de los imputados ya que, aunque aseguraban a sus clientes que lograrían el éxito, a sus espaldas se referían a ellos como «ratones» y «miserables» y amagaban con «cobrarles el doble» por este servicio que incluía también el presunto desvío de mordidas al expresidente de Guatemala y su exnúmero dos Roxana Baldetti. «Le acabo de mandar este chato al imbécil del ratón luego te explico porque estoy hasta los huevos de los miserables estos«, confesó Maestre, el cual ejercía de interlocutor con los navieros.
Felipe González, ‘pelo blanco’
Del mismo modo, las comunicaciones revelan que se plantearon contratar al expresidente del Gobierno Felipe González por sus contactos en América Latina. Así, la primera vez que aparece el nombre del exlíder socialista -a quien apodaron ‘pelo blanco’– fue el 23 de junio de 2016. «¿Y si le pedimos al del pelo blanco que vaya a Guate?», preguntó Flandorfer. «No bebas más esta noche. ¿Cómo le vas a pedir a un icono que se meta en un charco como éste?», respondió Maestre, a lo que el empresario ligado al entorno de los Pérez Maura respondió que era un gran «asset» y que había que convencerle.
En concreto, y según se desprende de las conversaciones que siguieron los siguientes meses, el objetivo era trasladar a los dos hermanos navieros que González podría mediar para inclinar la balanza a su favor. Tanto es así, que, ya en septiembre de 2017, Maestre intentó convencer a sus socios de que le «iban a contratar». Lo que querían era aprovechar la posible expulsión de Velásquez por parte del entonces presidente de Guatemala, Jimmy Morales, para que Felipe González influenciara al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
«Lo de F es incluso más importante porque el que venga será el nuevo y se le podrá influenciar vía Guterres antes de que se contamine. Ese es el argumento con los ratones si dicen que hay que esperar», expuso Maestre. De hecho, incluso apuntaron que le veían como un «Dios» por su «lucha» contra el «régimen político venezolano». De los mensajes se desprende que no pudieron implicar en este asunto al expresidente del Gobierno; hasta el punto que reconocieron que estaban «quedando fatal» en su intento por acercarse a él.
Cobros por la implicación de González
No obstante, nunca confesaron la verdad a sus clientes y para finales de 2017 ya habían reclamado a los Pérez Maura al menos dos pagos por la presunta implicación del expresidente del PSOE. «Armando, para cobrar lo de la segunda parte del pelo blanco le dije a los ratones que tú ibas a ver mañana a Almagro (secretario general de la Organización de los Estados Americanos) gracias a este amigo tuyo. Así que mañana te tendrás que inventar eso y darle un breve reporte a los ratones para poder pedirle en cuanto vengas el segundo payment«, trasladó Enrique Maestre a su socio.
Con todo, el enfado de todos los implicados se acentuó a medida que los clientes del comisario reclamaban resultados de estas gestiones. Especialmente porque Maestre les aseguró que tenían contactos al más alto nivel en la administración estadounidense (en concreto con Paul Manafort, exjefe de la campaña electoral de Donald Trump) y que conseguirían hacer presidente de Guatemala al exembajador Julio Ligorría. El magistrado Manuel García Castellón también imputó a este exdiplomático (a quien apodaban el gordo) al considerar que estaba implicado en el plan impulsado para tumbar las pesquisas de la Cicig por los sobornos en el puerto guatemalteco.
De hecho, los Pérez-Maura llegaron a pagar «un kilo por adelanto como provisión» pero la falta de resultados tensó la relación. «Voy a ver a Rafa para presionar con lo del mago (si es que existe) y le voy a pedir parte de nuestra pasta faltante», comentaron en mayo de 2017. La presión creció con las primeras apariciones en prensa de los contactos de Villarejo con otros implicados en esta causa de espionaje. «Imagínate si en medio de esto sale que los ratones han pagado 10 kilos a Perry (Villarejo)», comentaron entre ellos. «Se lía».
Acceso total a la ministra. Además el mago. Todo caro pero efectivo.
Ya en mayo de 2018 -cuando la causa llevaba medio año de recorrido en la Audiencia Nacional- se volvieron a referir a Garzón y a su vínculo con la entonces ministra de Justicia y actual fiscal general del Estado, Dolores Delgado. «Ojo porque la nueva ministra de Justicia (Dolores) es la nueva novia del Mago«, comentó Maestre. «Sí papito», respondió Flandorfer que añadió: «Alucino con el mago. Se está forrando«. Igualmente, apuntaron al «acceso total» que tenían a la entonces ministra de Justicia a través de su antigua jefa de gabinete. «Además el mago. Todo caro pero efectivo«, apostillaron.
Los manuscritos de Villarejo
Tanto Delgado como Garzón se han desligado por completo de cualquier vínculo o relación laboral con el comisario jubilado. Sin embargo, en paralelo a estos mensajes ahora analizados por Asuntos Internos, el policía anotó durante esos años en sus cuadernos personales información relativa a todos sus contactos y encargos. Entre dichas anotaciones se incluyeron referencias a Baltasar Garzón. En concreto, y de acuerdo con esos manuscritos a los que ha tenido acceso este diario, en 2015 ya escribió un encuentro que tendría lugar a las 10.00 horas en la calle Menéndez Pelayo.
Ese mismo año, el 31 de agosto también hizo esta anotación junto a su nombre: «llamó comunicando que ya estaba en MADRID. Quedó en llamar mañana para vernos«. Igualmente, en paralelo a la gestión de este proyecto Pit (el 23 de febrero de 2016), Villarejo apuntó junto al nombre de ‘Balta’ una propuesta de reconocimiento. «10% recíproco con clientes». Anotó. «Plantear temas jurídicos. Revisar temas pendientes. AS, AN (Audiencia Nacional) y otros».
