La cárcel de alta seguridad donde estaban recluidos los seis palestinos, era llamada por algunos como «la caja fuerte», pero ellos lograron escapar.
Antilavadodedinero / BBC
Seis militantes palestinos que estaban recluidos en la prisión israelí de Gilboa se fugaron este lunes de madrugada, poniendo en alerta a las autoridades policiales que iniciaron una búsqueda frenética.
El operativo de seguridad incluye decenas de puntos de control de carreteras, así como el uso de drones y unidades de búsqueda especializadas con perros entrenados.
De acuerdo con la prensa israelí, el grupo de fugados está conformado por un antiguo líder de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa y cinco miembros de la Yihad Islámica.
El sexto, Zakaria Zubeidi, excomandante de las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, estaba a la espera de sentencia tras haber sido detenido y juzgado en 2019 por su supuesta participación en ataques contra ciudadanos de Israel.
El primer ministro de Israel, Naftalí Bennet, dijo en un comunicado que este es «un incidente grave que requerirá el esfuerzo conjunto de todas nuestras fuerzas de seguridad».
La Yihad islámica y Hamás, por su parte, se refirieron al episodio como un acto «heroico», ejecutado por los militantes palestinos.
Pero ¿cómo se produjo este escape de una cárcel de alta seguridad?
¿Cavando con una cuchara?
Según las investigaciones iniciales, los seis prófugos compartían celda y al menos tres de ellos habían sido catalogados en el pasado como de «alto riesgo de fuga».
Se cree que los fugados lograron escapar abriendo un hueco en el suelo del baño de la celda que compartían y cavando un túnel que aparentemente conducía a un campo justo fuera de los muros de la prisión.
Imágenes y videos divulgados por la prensa israelí muestran a funcionarios inspeccionando un pequeño agujero debajo de un lavamanos y otro en medio de un terreno baldío junto a los muros de la prisión.
De acuerdo con el Jerusalem Post, los palestinos habrían usado para cavar una cuchara oxidada que ocultaban detrás de un afiche. Esta tarea les habría requerido al menos dos meses.
Arik Yaacov, uno de los responsables del Servicio de Prisiones de Israel, dijo que después de salir de su celda a través de un hueco, los prófugos usaron unos pasadizos subterráneos que se formaron durante la construcción de la cárcel para lograr escapar de la misma.
En cualquier caso, aún hay muchas cuestiones por aclarar.
El servicio de seguridad interna de Israel, el Shin Bet, ha señalado que cree que los fugados habían estado en contacto con personas de fuera de la prisión empleando un teléfono celular que habían logrado meter de contrabando en las instalaciones.
El Shin Bet también dijo que había alguien con un auto que recogió a los prófugos una vez que huyeron y los trasladó a otro lugar lejos de la prisión.
De acuerdo con el diario Haaretz, una fuente de seguridad dijo que una vigilante que estaba destacada en la torre de vigilancia justo por la zona por la que escaparon los prófugos admitió haberse quedado dormida durante su turno.
Queda claro que aún hay muchas preguntas por responder en torno a este episodio que un funcionario del Servicio de Prisiones de Israel, citado por el diario Haaretz, calificó como un «grave fracaso de seguridad e Inteligencia».
