La modernización de las directrices debería ayudar a la FTC y al Departamento de Justicia de EE.UU. a consolidar un patrón en el que encajen grandes empresas tecnológicas que nada tienen que ver con la forma de operar de las compañías tradicionales porque ofrecen, por ejemplo, productos gratuitos a los consumidores.
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El Gobierno de Estados Unidos anunció que modernizará sus directrices para permitir o bloquear fusiones empresariales, con el objetivo de adaptarlas a un mercado digital en el que gigantes como Alphabet (Google) o Meta (Facebook) rompen los esquemas tradicionales.
La Comisión Federal del Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) y la división antimonopolio del departamento de Justicia explicaron que el primer paso para esta modernización que se inicia ahora es recabar información y sugerencias por parte del público.
“Quiero hacer un llamamiento a la participación más allá de la comunidad antimonopolio. Quiero que consumidores, emprendedores, empresas emergentes, granjeros, inversores y compañías independientes compartan sus opiniones”, dijo la presidenta de la FTC, Lina Khan.
Añadió que ha habido “grandes cambios tecnológicos y económicos” que han “afectado a la forma de competir y crecer para los negocios” y por eso hay que asegurarse de que las nuevas directrices “reflejan de forma precisa la realidad de la economía moderna”.
La modernización de las directrices debería ayudar a la FTC y al Departamento de Justicia a consolidar un patrón en el que encajen grandes empresas tecnológicas que nada tienen que ver con la forma de operar de las compañías tradicionales porque ofrecen, por ejemplo, productos gratuitos a los consumidores.
En esta categoría se inscriben los dos mayores casos antimonopolio abiertos por las autoridades estadounidenses en los últimos dos años -ambos todavía pendientes de ser juzgados-: uno contra Alphabet, empresa matriz de Google, y otro contra Meta, empresa matriz de Facebook e Instagram.
Estas dos empresas ofrecen al público servicios gratuitos (salvo en algunos productos concretos que son de pago, pero cuya importancia es menor), por lo que resulta difícil aplicarles el histórico argumento antimonopolio de que el exceso de concentración repercute en un aumento de los precios.
“La transformación digital ha alterado profundamente las fusiones en los últimos 20 años y la cadena de suministros está ahora interconectada de forma muy compleja. Necesitamos una política de fusiones que provea un entorno justo y competitivo”, apuntó en la rueda de prensa el asistente del fiscal general para antimonopolio, Jonathan Kanter.
Justo unas horas antes de la rueda de prensa conjunta por parte de los reguladores, Microsoft anunció este martes la adquisición por US$ 68,700 millones de Activision Blizzard, una de las mayores empresas de videojuegos del mundo y responsable de conocidos títulos como “Warcraft”, “Call of Duty” y “Candy Crush”.
En un comunicado, el gigante tecnológico dijo que la compra la convertirá en la tercera mayor compañía del sector del videojuego detrás de Tencent y Sony.
La adquisición será la mayor en la historia de Microsoft, superando con mucho los algo más de US$ 26,000 millones que pagó en el 2016 para hacerse con LinkedIn.
Preguntada acerca de esta operación, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, se refirió al anuncio de la FTC y el Departamento de Justicia y aseguró que, aunque no está vinculado al caso concreto de Microsoft, el proceso abierto hoy resulta un paso “crucial” para el objetivo del presidente Joe Biden de “reforzar las actuaciones contra las fusiones ilegales”.