El banco central no transmitió una conclusión sobre si se debería emitir un dólar digital; dijo que no procedería sin un respaldo claro de la Casa Blanca y el Congreso. La Reserva Federal dio un paso clave hacia la posible emisión de una moneda digital estadounidense, una medida que, según el banco central, podría alterar drásticamente el sistema financiero del país.
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El jueves, la Fed solicitó opiniones a través de un documento de debate de 35 páginas sobre una moneda respaldada por el gobierno, conocida como moneda digital del banco central o CBDC. Como se esperaba, el banco central no transmitió ninguna conclusión firme sobre si Estados Unidos debería emitir un dólar digital y dijo que no tenía intención de proceder sin un respaldo claro de la Casa Blanca y el Congreso.
“La introducción de un CBDC representaría una innovación muy significativa en el dinero estadounidense”, dijo la Fed en el documento.
La Fed, que recibirá sugerencias hasta el 20 de mayo, dijo que prefería que los legisladores aprobaran una ley para autorizar la moneda. El banco central esbozó una serie de beneficios potenciales de una moneda respaldada por Estados Unidos, entre ellos el de garantizar que el dólar siga siendo la moneda preeminente en el sistema financiero internacional.
El banco central también dijo que una CBDC podría mejorar los pagos transfronterizos, aumentar la inclusión financiera y facilitar el uso del billete verde en las nuevas tecnologías.
Sin embargo, el banco central también advirtió de posibles efectos negativos, como la fuga de depósitos de la banca tradicional y la posibilidad de que se produzcan corridas en las empresas financieras. Otra preocupación es la privacidad, ya que el gobierno podría tener una visión directa de las transacciones de los ciudadanos.
El informe ofrece pocos detalles sobre cómo podría resolverse, diciendo que la Reserva Federal “tendría que encontrar un equilibrio adecuado entre la salvaguarda de los derechos de privacidad de los consumidores y la transparencia necesaria para disuadir la actividad delictiva”.
Además, la infraestructura de este nuevo sistema podría ser un objetivo tentador para los hackers. Así, blindar una CBDC de la Fed podría ser “particularmente difícil”, según el informe, porque “tendría más puntos de entrada que los servicios de pago existentes”.
En una llamada con periodistas, un funcionario de la Reserva Federal dijo que el banco central evaluará los próximos pasos después de la fecha límite de comentarios, pero no ofreció una línea de tiempo para la eventual implementación del dólar digital.
El documento es el resultado de un fuerte giro hacia un compromiso más profundo con los sistemas de pago digitales por parte del presidente Jerome Powell en mayo. Se espera que la Reserva Federal de Boston publique en breve otro documento sobre la tecnología que podría emplear una moneda digital del banco central.
El documento llega en un momento en que los bancos centrales de todo el mundo, sobre todo el Banco Popular de China, avanzan con sus propias monedas digitales.
Este año, China ha puesto en marcha un proyecto piloto de yuan digital y se espera que anuncie su uso en los Juegos Olímpicos de Pekín en febrero. Algunos expertos afirman que China y otros de los primeros en adoptar las monedas digitales podrían establecer estándares para otros países, en parte porque los sistemas de monedas digitales de los distintos países tendrían que coordinarse para los pagos transfronterizos.
Esto podría hacer que la investigación de la Reserva Federal fuera importante incluso si el dólar digital estadounidense no se lanzara hasta dentro de unos años, ya que muchos países tratarían de adaptar sus propios sistemas para integrarlos con el de Estados Unidos.
A falta de un dólar digital emitido por la Reserva Federal, las empresas privadas han lanzado su propia versión en forma de stablecoins (monedas estables) que contienen reservas destinadas a garantizar que las monedas puedan cambiarse por moneda fiduciaria en una base de uno a uno.