El Gobierno de Hungría se ha sumado este sábado a la lista cada vez más amplia de apoyos para sacar Rusia del sistema de transferencias financieras SWIFT, según unos matices hechos públicos por el propio Ejecutivo de Viktor Orbán, que también se lo habría transmitido primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki.
Antilavadodedinero / Europapress
Ambos dirigentes han hablado este sábado por teléfono y, según Morawiecki, Orbán está plenamente comprometido con la imposición de sanciones, «incluido el bloqueo del sistema SWIFT», que interconecta más de 11.000 entidades financieras de todo el mundo.
Por su parte, el ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, ha señalado que «no es verdad» que Budapest esté «bloqueando» algunas de las sanciones dentro de la UE, «por ejemplo en relación con el sistema SWIFT».
«Nunca nos hemos opuesto o bloqueado ninguna propuesta de sanciones», ha alegado, según unas declaraciones difundidas por el portavoz del Gobierno en respuesta a las «noticias falsas» que se habrían vertido sobre el posicionamiento húngaro.
Morawiecki es uno de los líderes más activos sobre el tema del SWIFT y, de hecho, este sábado se ha citado en Berlín con el canciller de Alemania, Olaf Scholz, para hablar del tema. Su portavoz, Piotr Muller, ha afirmado en declaraciones a la agencia Bloomberg, que «en las últimas 24 horas ha habido un giro en las actitudes de varios gobiernos que antes eran escépticos».
Entre los países que han aparcado sus recelos está Italia, como le ha transmitido el primer ministro italiano, Mario Draghi, al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, este mismo sábado.