Se concluye sin declaraciones ni comunicado la reunión que han mantenido en Roma el asesor de seguridad nacional estadounidense, Jake Sullvan, y el más alto diplomático chino Yang Jiechi. La información sobre la apertura de China a la posibilidad de ofrecer armas a Rusia ha sido el preocupante telón de fondo del encuentro al más alto nivel que mantuvieron en Roma Estados Unidos y China, desde que comenzó la guerra de Ucrania. Una cumbre de las dos grandes potencias cuyo objetivo era el de buscar «una respuesta internacional fuerte y delinear una estrategia de seguridad global», según fuentes estadounidenses.
Antilavadodedinero / ABC
Ha sido un cara a cara de más de seis horas, interrumpido por una pausa para comer, entre dos pesos pesados de la política de Estados Unidos y la de China.
Jake Sullivan, consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, es el alter ego del presidente Biden; con solo 45 años tiene un curriculum deslumbrante: es una estrella en ascenso del Partido Demócrata, tras haber sido también asesor presidencial de Clinton y Obama. Por su parte, Yang Jiechi, 71 años, está considerado el arquitecto de la estrategia internacional del presidente chino Xi Jinping; es profundo conocedor de la política norteamericana por haber sido embajador en Washington y exministro de Exteriores. Las delegaciones comenzaron a mediodía en el hotel Cavalieri Hilton y tras una pausa de hora y media para comer, han seguido durante la tarde.
Con Jake Sullivan en Roma, Estados Unidos ha querido acelerar la presión sobre Pekín para que abandone la ambigüedad que ha mantenido hasta ahora y asuma un papel determinante para frenar al presidente Vladimir Putin. Hasta ahora, China no ha condenado la invasión rusa de Ucrania y define como ilegales las sanciones a Moscú, pero tampoco hasta el momento había hecho gestos visibles para ayudar a los rusos; es decir, no se ha producido la colaboración «ilimitada, en todos los campos» que el presidente chino Xi Jinping y Vladimir Putin habían anunciado 20 días antes de la guerra.
EE.UU. informa a los aliados
Si efectivamente no hay límites en la colaboración entre China y Rusia, incluyendo la ayuda militar, lo veremos pronto, así como el resultado de la cumbre de Roma. Este encuentro de Jake Sullivan y Yang Jiechi ha estado rodeado de esa información muy preocupante sobre la posible asistencia militar de Pekín a Moscú. Según declararon funcionarios estadounidenses al ‘Financial Times’, Rusia habría pedido a China ayuda militar para apoyar su invasión de Ucrania. Moscú desmintió haber pedido ayuda. al igual que hizo China, cuyo ministerio de Exteriores calificó esa noticia como «desinformación con intenciones siniestros».
A pesar de los desmentidos de Moscú y Pekín, Estados Unidos ha informado a sus aliados que China ha mostrado a Putin una apertura a la posibilidad de ofrecerle asistencia militar a Rusia para apoyar su invasión de Ucrania, según informó en la tarde del lunes el ‘Financial Times’ citando fuentes de funcionarios familiarizados con los cables diplomáticos estadounidenses en el intercambio con los aliados. «Los cables, que fueron enviados por el Departamento de Estado de EE.UU. a los aliados en Europa y Asia -escribe el ‘Financial Times’- no decían en qué momento del conflicto Pekín parecía dispuesto a ofrecer la ayuda».
Alarma en la OTAN
La noticia generó de inmediato alarma en la Casa Blanca y en las cancillerías occidentales, porque de confirmarse tal ayuda supondría un golpe a los esfuerzos de los países occidentales para ayudar a Ucrania. Además, se crearía una fuerte tensión entre China, Estados Unidos y las naciones de la OTAN, con gran repercusión sobre el sistema económico global que ha favorecido el extraordinario crecimiento de China en los últimos 40 años.
Obviamente, el consejero de seguridad nacional de Estados Unidos ha planteado el asunto a Yang Jiechi. Ante el temor de la Casa Blanca de que los lazos entre Moscú y Pekín puedan ser cada vez más estrechos, el consejero para la seguridad estadounidense, Jake Sullivan, advirtió a su interlocutor chino que Pekín tendría que enfrentarse a las «consecuencias» de sus acciones si ayuda a Rusia a eludir las sanciones y ofrece ayuda militar.
Tras acabar la reunión, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, declaró que en la reunión «se expresó muy claramente a Pekín nuestras preocupaciones sobre su implicación» en la guerra de Ucrania. Además, se reiteró a China «que cualquier tipo de apoyo a Moscú -militar o económico- tendrá consecuencias», añadió Ned Price.
En definitiva, está por ver cómo se concreta esa reciente colaboración «sin límites» que acordaron Xi Jinping y Vladimir Putin. Lo que sí es una realidad es que la relación entre Moscú y Pekín se ha estrechado cada vez más en los últimos años. A ambos dirigentes les une, entre otras cosas, cierto desprecio hacia Estados Unidos y a la OTAN. Es evidente que un eje Pekín-Moscú frente a la invasión de Ucrania es una seria amenaza para occidente.
Este martes, a las 8.30 horas, está prevista una reunión entre Sullivan y Luigi Mattiolo, el asesor diplomático del primer ministro, Mario Draghi, en el Palazzo Chigi. Italia y Francia son los únicos países del G-7 que mantienen abierta representación diplomática en Ucrania.