Año nuevo, problemas viejos. Así se escribe la historia de Bitcoin, la criptodivisa más popular del mundo, que cuando parecía que iba a vivir un comienzo de 2019 relativamente tranquilo, bien soportada en el nivel de los 4.000 dólares, sufrió ayer un duro desplome del 10%,hasta el entorno de los 3.500 dólares, en medio de un hundimiento general en el mercado cripto. Desde los 18.674 dólares que alcanzó a finales de diciembre de 2017, la caída supera ya el 80% y define el pinchazo de una de las mayores burbujas de la historia reciente.
Ya venían avisando los analistas técnicos que algo así podría pasar, advirtiendo hace un par de días que Bitcoin podría estar al borde de un gran movimiento, que podría haber sido tanto al alza como a la baja.
Y lo hicieron en base al estrechamiento de las bandas del indicador GTI VERA Bands o indicador de Explosión de Volatilidad Relativa Ajustada, que se suele utilizar para intentar detectar momentos de explosión en el mercado.
Como casi siempre suele pasar, no hay razones claras que expliquen este nuevo batacazo, aunque según ha explicado a Bloomberg Timothy Tam, confundador de la firma CoinFi, podría estar relacionada con una gran transferencia de 40.000 monedas ethereum (la segunda criptodivisa más negociada del mundo) recibidas en una casa de cambios unas horas antes del comienzo del desplome. “Por lo general, la transferencia de ethereum a estos brókers indica la intención de vender, y si hay una venta masiva en alguna de estas casas, se extienden como un efecto dominó a las demás por efecto del arbitraje”, asegura Tam, que fuerza nuevas ventas.
Por otro lado, la industria de las criptodivisas vivió un duro golpe a comienzos de esta semana, cuando se supo que Ethereum Classic, una rama de Ethereum, había sido víctima de lo que se conoce como “el ataque del 51%“.
Esto consiste básicamente en que una parte de los ordenadores que soportan la red falsifican transacciones. De hecho, uno los brókers más grandes del mundo, Coinbase, dijo el lunes que había encontrado “reorganizaciones profundas” en la cadena de bloques de Ethereum Classic. Según Bloomberg, en torno a 1,1 millones de monedas Ethereum podrían haberse gastado dos veces.
Estas son algunas de las posibles explicaciones que estarían detrás del hundimiento, aunque la desconfianza de los inversores a estas alturas ya es máxima. A los problemas regulatorios en muchos países, que están lejos de solucionarse, y a los fallos de seguridad como el de esta semana, se suman las luchas intestinas entre los propios desarrolladores, que vivieron su momento culminante a finales de noviembre, con la bifurcación (‘hard fork’, en la jerga) de Bitcoin Cash, en una nueva rama, Bitcoin SV; se trató de una disputa técnica, pero que dividió en dos a la comunidad y forzó a muchos mineros a vender sus existencias y acumular efectivo antes de tomar partido por alguna de estas dos ramas, en teoría más débiles que la inicial.
Cuando este problema estalló, el bitcoin pasó de los 5.000 a los 4.500 dólares en apenas un par de sesiones, y desde se ha ido un escalón más abajo, hacia los 4.000 dólares, donde había aguantado relativamente tranquilo las navidades.Y esto ha sido así hasta ayer.
Así las cosas, el futuro tampoco pintan muy brillantes. De acuerdo con los analistas de Bloomberg Intelligence, la consolidación desde mediados de diciembre ha ayudado a consolidar la sobreventa, pero “es probable que continúe la tendencia bajista“.
En su opinión, la dirección de bitcoin, la volatilidad y el ratio NVT (network value to transaction o valor de la red respecto a las transacciones) apuntan hacia “un mercado bajista duradero”. En opinión de Travis Kling, fundador del ‘hedge fund’ cripto Ikigai, las cosas tampoco están muy claras. “Ciertamente, estoy dispuesto a cambiar de opinión, pero la evidencia nos lleva a pensar que veremos más mínimos antes de ver niveles más altos”, apunta.
Si Bitcoin es capaz de mantener el tipo durante el próximo mes y medio, todo podría cambiar el 27 de febrero, ya que podría recibir un buen impulso alcista en caso de que la SEC (el regulador de los mercados de Estados Unidos) apruebe el primer fondo cotizado (ETF) denominado en la divisa digital, una decisión que ha sido varias veces postergada.
En concreto, se trata de decidir sobre una posible autorización al ETF propuesto por la compañía SolidX Partners y la firma Van Eck Asociados. En teoría, la SEC tendría que haberse pronunciado sobre este vehículo en diciembre, pero la falta de adopción de la divisa digital entre el mundo de los inversores institucionales, y los constantes problemas regulatorios que aparecen cada día, han vuelto a postergar la decisión.
ALD/Finanzas