Los extraditables con los que Piedad Córdoba habría hablado para pedir apoyo

Desde el miércoles de la semana pasada, cuando surgía el escándalo por la visita de Juan Fernando Petro a los políticos presos en La Picota, crecía una preocupación mayor en la campaña de Gustavo Petro. Hay informaciones insistentes sobre presuntos contactos entre la senadora electa Piedad Córdoba y algunos extraditables para pedir apoyo a la campaña, sin aprobación de Petro.

Antilavadodedinero /  Redacción Cambio

La senadora Piedad Córdoba habría sostenido conversaciones con tres extraditables sobre lo que, según ella, constituye la necesidad de apoyar la campaña de Gustavo Petro. Según fuentes de inteligencia, los tres hombres serían: José Leonardo Muñoz Martínez, alias Douglas, antiguo jefe de la Oficina de Envigado; Juan José Valencia, alias Andrea, el brazo financiero del Clan del Golfo; y John Freddy Zapata, alias Messi, también perteneciente al Clan del Golfo. 

En entrevista el pasado viernes, 15 de abril, Cambio le preguntó a Gustavo Petro al respecto:

La mañana de este miércoles, Gustavo Petro marcó distancia de la senadora con un trino: «Solicito a Piedad Córdoba suspender todas sus actividades dentro de la campaña, hasta que pueda resolver, ojalá, favorablemente, las sindicaciones jurídicas que se le hacen».

De acuerdo con informaciones de inteligencia, la senadora electa Piedad Córdoba habría sido grabada pidiéndoles a estos capos su respaldo a la campaña presidencial del Pacto Histórico y diciendo que de esta manera se lograrían cambios sustanciales en la política de extradición y de penas. Curiosamente, el 10 de marzo la senadora Córdoba publicó un trino en el que supuestos reclusos sin identificar e internos en varias cárceles del país ofrecen su apoyo a Gustavo Petro. 

Desde hace una semana, Cambio ha tratado de contactar a la senadora Córdoba para consultarle sobre estas versiones. Una fuente de la campaña presidencial de Petro señaló que el trino de esta mañana, en el que el candidato marca distancia con Piedad, estaría relacionado con estas informaciones. 

Aquí está el perfil de los tres presuntos interlocutores de la senadora, elegida en lista cerrada del Pacto Histórico el pasado 13 de marzo. 


José Leonardo Muñoz Martínez, alias Douglas

jose Leonardo Muñoz


Fue condenado a 32 años de prisión en septiembre de 2012 por el secuestro extorsivo de la empresaria aduanera Margarita Socarrás Baquero. El pecado de Socarrás fue ocasionar que la Policía descubriera 479 kilos de cocaína que iban para Europa en medio de una carga de limones. Desde entonces, el temido líder de la “Oficina de Envigado” ha sido movido por diferentes cárceles del país, desde donde ha continuado moviendo los hilos criminales en Medellín.  

La última noticia que se tuvo de José Leonardo Muñoz, alias Douglas, ocurrió a principios de marzo de este año, cuando las autoridades penitenciarias ordenaron su traslado desde la cárcel La Picota, de Bogotá, hacia la de Picaleña, de Ibagué. Hasta allí llegó luego de cambiar de cárcel al menos en siete oportunidades, buscando quedarse, desde su captura en 2009, en la penitenciaría de Itagüí, muy cerca de su centro del crimen: el occidente de Medellín. 

Douglas heredó el poder de Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, quien desde la muerte de Pablo Escobar quedó al mando del aparato sicarial del capo. Don Berna fue extraditado a los Estados Unidos en 2008; al tiempo, Douglas ascendió en la línea de mando de la Oficina. A pesar de que fue capturado en 2009 en el sur de Medellín, por un caso de secuestro y por la conformación de grupos criminales, Douglas –o Doris, El Mono o La Tía, como se le conoce en el mundo del hampa– logró dominar y aumentar desde la cárcel el poderío de esta estructura criminal, única en América Latina. 

En 2011 las autoridades le seguían la pista y fue cuando empezó su desfile por diferentes cárceles, en busca de burlar la guardia estatal y seguir delinquiendo en cuerpo ajeno muy cerca de Medellín. Por eso, a principios de ese año, logró que el juez 32 penal de Medellín le ordenara al Instituto Nacional Penitenciario (Inpec) trasladarlo de la cárcel de Cómbita (Boyacá) a la cárcel de Itagüí (Antioquia). La medida no solo lo benefició a él sino también a su hombre de confianza hasta la fecha: Óscar Fernando Salazar Gutiérrez, alias ‘El Compa’. 

En septiembre de 2012, fue condenado a 32 años de prisión, luego de que resultara culpable del secuestro extorsivo de Margarita Socarrás Baquero, una empresaria aduanera que le solicitó a la Policía que revisara un cargamento de limones que se exportaría desde un puerto de Santa Marta hacia Europa, en cuyo interior fueron encontrados 479 kilos de cocaína. El secuestro duró 33 días en un apartamento de Medellín hasta donde fue trasladada en un vuelo comercial en 2008. Lo que Douglas reclamaba era el pago de una deuda por $4.500 millones, producto del cargamento de cocaína que había caído en manos de las autoridades por cuenta de la empresaria. 

Después de esa condena, el juez ordenó trasladarlo a la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, donde permaneció solo un año. En junio de 2013, el general Gustavo Adolfo Ricaurte, entonces director del Inpec, ordenó trasladarlo nuevamente a la cárcel de Itagüí, arguyendo que buscaba evitar que se concretaran planes de fuga. No obstante, era una medida contraria a lo que los jueces habían ordenado para mantenerlo lejos de su centro del crimen. 

En 2018, Douglas había regresado a Cómbita, pero eso no le impidió seguir controlando su zona criminal en el occidente de Medellín. Hacia abril de ese año, los homicidios en esa ciudad aumentaron a raíz de que los mandos medios de las bandas que conforman “la Oficina”, conducidas desde las cárceles, se enfrentaron por el dominio territorial. Según información que reveló Blu Radio en abril de 2018, Douglas, desde Cómbita, seguía ampliando su poderío más allá del barrio 12 de octubre, para lo cual tenía a un aliado en prisión: Freyner Ramírez García, alias “Carlos Pesebre”, dueño del crimen en la comuna 13 y Robledo, en la capital de Antioquia. 

Hace un mes fue trasladado de La Picota, de Bogotá, a Picaleña, de Ibagué, donde permanecerá hasta después de las elecciones presidenciales. Los secretos de sus vínculos con políticos y empresarios es un seguro de vida que lo mantiene vivo, sin ser extraditado y dirigiendo el crimen, pero callado. 


Juan José Valencia Zuluaga, Alias Andrea o Falcón 

Falcon

Fungía como un prominente empresario de la construcción en Medellín, ropaje bajo el cual ocultaba una cuantiosa fortuna que, según autoridades colombianas y de Estados Unidos, proviene de sus negocios del narcotráfico a nombre de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) o Clan del Golfo. 

El capítulo criminal de Juan José Valencia Zuluaga se empezó a escribir apenas en mayo del año pasado. Su expediente permaneció oculto durante varios meses mientras las autoridades investigaban sus verdaderas relaciones con Dario Antonio Úzuga, alias Otoniel, el máximo jefe de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). Valencia, conocido en el mundo criminal como alias Falcón, Andrea o Gordo Florecita, según la Fiscalía, era el jefe del ala narcotraficante de esta organización criminal. 

Cuando las autoridades lo capturaron en mayo de 2021, alias Falcón descansaba en una lujosa mansión de 9.000 metros cuadrados ubicada en Rionegro (Antioquia). Estaba vestido con ropa deportiva, pero su tradición era usar saco y corbata. Ese día, las autoridades le incautaron más de $232.000 millones en propiedades que incluyeron 13 vehículos de alta gama marca Ferrari y Mustang, dos motocicletas de lujo y la mansión, que tenía cancha de fútbol. Los bienes se ubicaron en los municipios de Buenavista y Planeta Rica (Córdoba) y Medellín, La Ceja, Rionegro y Caldas (Antioquia).

Falcón es considerado el narcotraficante más importante del Clan del Golfo, pues, aparte de traficar su propia cocaína, dijo la Fiscalía, también cobraba impuestos a los narcos de la costa Atlántica para exportar cocaína a Europa, México y Estados Unidos. Falcón también podría ser la «garganta profunda» de todos los nexos que tuvo el Clan del Golfo (o AGC) con políticos y empresarios de Antioquia, el principal centro de operaciones del hasta hace un año narco invisible. 

Luego de su captura, alias Falcón ha intentado negar la relación con esta organización criminal. No obstante, la Fiscalía ha revelado audios y videos en los que Otoniel habla mal de él porque supone que está traicionando a su organización y por no aportar el dinero como lo venía haciendo hasta antes del año pasado. 

Estados Unidos, a través de la Corte del Distrito Sur, lo ha pedido en extradición. Igualmente, en una corte de Texas tiene otra solicitud de extradición por conspirar para enviar cocaína a ese país. En octubre fue trasladado de la cárcel de Itagüí a La Picota, en Bogotá. A principios de marzo, Falcon pasó al pabellón de extraditables de La Picota, luego de la fuga de Matamba y de que ya no le sirviera la excusa de una afección cardíaca que le había permitido ubicarse en una celda contigua a la del condenado y nuevamente procesado Emilio Tapia. 

‘Falcon’ está en el mismo lugar en el que está recluido Álvaro Córdoba Ruiz, hermano de Piedad Córdoba, capturado en febrero de este año y pedido en extradición por Estados Unidos.

En varios de los audios revelados por Ricardo Calderon, de la Unidad Investigativa de Noticias Caracol, alias Otoniel se refiere a él como Andrea, uno de los principales financiadores de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, conocido por las autoridades como el Clan del Golfo. Varios testimonios de la propia organización criminal han manifestado su papel y poder dentro de la organización. 

Otoniel ha dicho que es él quien pudo entregar algunas de sus coordenadas. 

Jhon Fredy Zapata Garzón, alias Messi

Messi

Fue considerado por las autoridades como un narco invisible que operaba los negocios de narcotráfico bajo la fachada de empresario de futbolistas del Urabá antioqueño. Fue capturado en enero de 2021 y condenado a 11 años de prisión. El delito imputado fue concierto para delinquir agravado, en concurso heterogéneo con los delitos de lavado de activos agravado y enriquecimiento ilícito de particulares a título de coautor.

Zapata manejaba un bajo perfil dentro del Clan del Golfo, haciéndose pasar como representante que vendía pases de fútbol juveniles a las poderosas ligas de México y Argentina. Igualmente, comentaba sobre sus amistades estrechas con exjugadores de fútbol, lo que permitió acceder a ese mundo y que las familias de muchos de los jugadores jóvenes creyeran en él.

“Él se mueve bien en las segundas divisiones del fútbol profesional. Ya incursionó en Bogotá, Cali y Medellín. Los nombres de los equipos todavía no se pueden conocer, porque es una línea de investigación que todavía está en marcha”, le dijo el general Fernando Murillo, director de la Dijin, a El Espectador.

La modalidad que utilizó el capo para lavar dinero consistió en comprar pases de jugadores por $300 millones, por ejemplo, pero dentro del sistema de transacción aparecía que la compra había sido por $150 millones. “Zapata se mete en la mitad de la relación de los jugadores con los clubes y, ahí también, en sus contratos por representatividad, mete dinero de las AGC”, declaró el oficial.  

El nombre de la senadora Piedad Córdoba hace parte de expedientes judiciales en Estados Unidos relacionados con las actividades de Álex Saab, procesado en ese país por lavado de dólares y señalado como presunto testaferro del gobernante venezolano Nicolás Maduro.

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