Operadores del cartel en Los Ángeles ya negociaban la adquisición de una institución financiera en el condado de Orange, pero no sabían que sus actividades eran el objetivo de una investigación del FBI.
Antilavadodedinero / Univision
En la mesa estaban Pablo Hernández, un operador financiero en Los Ángeles del Cartel de Sinaloa; Tu Chau Lu, entonces presidente del banco Saigon National Bank; y una persona que más tarde supieron era un informante del Buró Federal de Investigaciones (FBI), describen documentos judiciales.
El tema de la conversación era cómo seguir enviando las millonarias ganancias ilícitas del cartel a sus jefes en México.
Lu le sugirió al informante que hiciera transacciones a Panamá, pero Hernández reviró de inmediato que era quizás la peor opción porque ya habían perdido 100 millones de dólares por un decomiso en ese país centroamericano.
Hernández, de 80 años y originario de Tijuana, tenía una cuenta en el Saigon National Bank, hasta que se la cerraron. Le vino entonces una idea más osada: comprar la institución financiera para facilitar el lavado de dinero del Cartel de Sinaloa. Así evitarían el escrutinio en cada transferencia.
Lu, quien fue presidente del banco de 2009 a enero de 2015, estaba de acuerdo con el plan.
En comunicación con «gente de El Chapo»
En su declaración de culpabilidad en un caso criminal por blanqueo de capitales, Hernández reconoció que fue a la oficina de Lu en el Saigon National Bank en el otoño de 2011 para verificar que su nombre no estuviera en una lista de vigilancia financiera, que impide a los sospechosos abrir cuentas bancarias.
En la acusación contra Lu y otros ejecutivos financieros hay un detalle más: los operadores del cartel ya habían invertido un millón de dólares en el banco, con sede en el condado de Orange.
Una serie de arrestos coordinados que realizaron agentes federales a finales de 2015 acabaron con ese esquema y el Saigon National Bank, con un enorme problema legal a cuestas, cambió de imagen.
Ahora se llama California Internacional Bank y sigue enfocado en la comunidad empresarial vietnamita del sur del estado. Univision Noticias solicitó un comentario sobre este caso a los nuevos directivos del banco, pero no respondieron los mensajes inmediatamente.
Cuando ocurrió el fraude, el Saigon National Bank había recibido ayuda financiera del Departamento del Tesoro, que irónicamente se encarga de fichar y congelar activos de narcotraficantes.
Los operadores del cartel interesados en comprar el banco le dijeron a un informante que estaban en comunicación con “gente del Chapo” que también se dedicaba a lavar dinero. Se referían a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, que en esos años era el criminal más buscado del mundo.
“El Departamento del Tesoro rescató al Saigon National Bank y a otros bancos a través del TARP (siglas del programa llamado Alivio de Activos en Problemas) para estabilizar a los bancos y aumentar los préstamos, no para convertirlos en un refugio seguro para el lavado de las ganancias del tráfico de drogas”, dijo en un comunicado la inspectora general de dicha iniciativa, Christy Goldsmith Romero.
Así era el blanqueo por medio del banco
El operativo para desmantelar a esta red criminal fue llamado ‘Banco Fantasma’ y encausó a 25 personas, incluyendo Hernández y Lu. Al momento, 15 individuos han sido condenados.
En noviembre de 2020, Hernández se declaró culpable de lavado de dinero y dos meses después lo sentenciaron a más de siete años de prisión. Enfrentaba un castigo de hasta 20 años en la cárcel, que habría significado una cadena perpetua por su edad.
Su cómplice, Emilio Herrera, murió tras ser imputado. El proceso penal de Lu sigue pendiente.
La acusación de Lu, quien es residente de Fullerton, afirma que él y otros cinco acusados eran miembros de una organización criminal que estaba involucrada en el tráfico de narcóticos y el lavado de dinero internacional en Estados Unidos, México, China, Camboya, Liechtenstein y Suiza.
“Lu supuestamente usó su conocimiento interno, su cargo como funcionario en el Saigon National Bank y su red de conexiones para promover y facilitar transacciones de lavado de dinero que involucran a miembros y asociados de la empresa”, menciona un comunicado de la Fiscalía federal.
“Lu supuestamente desempeñó un papel fundamental al presentar al informante y otros acusados a los operadores del Cartel de Sinaloa que querían lavar millones de dólares cada mes”, agrega.
Uno de esos operadores, Pablo Hernández, reconoció en su declaración de culpabilidad que contrató a una persona, quien más tarde se volvió un informante del FBI, para que hiciera múltiples transacciones monetarias que llegaran a las manos de los líderes del cartel.
Poco después de pactar la colaboración, el informante comenzó a recibir constantes envíos de dinero en efectivo y por transferencias bancarias desde Arizona, Kansas y Canadá. Recibía una comisión del 3% del monto total. Los operadores del cartel se quedaban con otra parte del pago.
“El 12 de septiembre de 2014, en un estacionamiento ubicado entre un restaurante Jack in the Box y un restaurante Kentucky Fried Chicken… en Chula Vista, California, el acusado (Hernández) le dijo a una segunda fuente confidencial que un gran capo de la droga venía de Colombia, que había estado hablando por teléfono con él, que podía obtener lo que quisiera del capo de la droga, que su mercancía era muy buena y que el capo de la droga les daría la mercancía en crédito”, señala la declaración.
“El acusado también le dijo a la segunda fuente confidencial que había gente de Sinaloa que era ‘gente del Chapo’, que tenían dinero que querían lavar y les había pedido una comisión del 3% y dijeron que no era problema”, agrega el documento judicial.
En la operación ‘Banco Fantasma’ participaron agentes del FBI, de la Oficina del Inspector General para el Programa de Alivio de Activos en Problemas (TARP) del Departamento del Tesoro y de la unidad de Investigación Criminal del Servicio de Recaudación de Impuestos (IRS).