Por cuarto año seguido, Venezuela ocupó el ultimo lugar del Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción 2022 (Índice CCC).
Antilavadodedinero / Runrunes
El Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción lo elaboran Americas Society, Council of the Americas (COA) y Control Risks. Este reporte mide desde el año 2019 la capacidad de 15 países latinoamericanos para detectar, castigar y prevenir la corrupción.
En concreto, evalúan y clasifican a cada país en función de la eficacia con la que combaten la corrupción, a partir de datos y de una encuesta que aplican a expertos en anticorrupción de Control Risks, así como del mundo académico, sociedad civil, medios de comunicación y del sector privado.
En los países con puntajes más altos, son mayores las posibilidades de que los actores involucrados en actos de corrupción sean enjuiciados y sancionados.
Mientras que en los países con puntuaciones menores, como Venezuela, es más probable “la impunidad continua” en materia de corrupción.
El Índice examina 14 variables para asignar sus puntuaciones (entre 0 y 10) entre las que mencionan: independencia de las instituciones judiciales, la fuerza del periodismo de investigación y la cantidad de recursos disponibles para combatir la delincuencia de cuello blanco.
Clasificación de países en el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción 2022
El cuarto reporte del Índice ICC fue publicado el pasado 22 de junio. El país con mejor puntuación fue Uruguay (7.42 sobre 10).
Le siguen Costa Rica (7.11) y Chile (6.88) con puntuaciones por encima de 6.
Luego, están Perú (5.66), República Dominicana (5.19) y Argentina (5.04) con calificaciones mayores a 5.
Mientras que Panamá (4.96), Colombia (4.87), Ecuador (4.82), Brasil (4.76), Paraguay (4.45) y México (4.05) cierran la fila de las naciones con puntuaciones por encima de 4.
En los últimos puestos se situaron Guatemala (3.38) y Bolivia (2.57) y Venezuela (1.63)
Venezuela con serias deficiencias en las categorías evaluadas
Theodore Kahn, analista senior de Control Risks, declaró a Runrun.es que Venezuela tiene la «triste distinción» de mantenerse en el último lugar desde que se creó el Índice CCC en 2019.
¿Las razones? El país presenta «serias deficiencias» en cada una de las categorías evaluadas.
«El índice mide tres elementos fundamentales de la capacidad de un país para controlar la corrupción: el sistema de justicia; la democracia e instituciones políticas y el rol de la sociedad civil, los medios, y el sector privado», explicó Khan.
El vocero atribuye la poca capacidad de Venezuela para combatir la corrupción a un «sistema político autoritario, que no permite frenos y contrapesos institucionales al poder del gobierno, ni competencia política real, ni libertad plena de expresión».
La puntuación global de Venezuela aumentó «moderadamente» desde 2021, en parte por el nombramiento de dos miembros independientes para el Consejo Nacional Electoral en mayo de 2021.
Sin embargo, el reporte destaca que las limitaciones de este paso se hicieron evidentes cuando el Tribunal Supremo de Justicia «invalidó una aparente victoria de la oposición en el estado Barinas».
Por ello, y pese a un «incremento marginal» con respecto a 2021, la evaluación de la capacidad legal de Venezuela se mantiene un 28% por debajo del nivel que tenía en el 2019.
Por otra parte, destacan que la independencia judicial sufrió un nuevo golpe con el nombramiento de nuevos magistrados del TSJ en abril.
«Maduro nombró un aliado cercano como presidente del tribunal», señalan en el Índice CCC 2022.
Sociedad civil y medios hacen contrapeso
Aunque Venezuela quedó en la cola del informe, se reportaron tenues crecimientos en áreas menores relacionadas con la sociedad civil y los medios de comunicación.
Esto permitió que el país aumentara moderadamente su calificación respecto a 2021.
El vocero de Control Risks precisó que las mejores tienen que ver con el rol de las comunicaciones digitales y medios sociales.
A su juicio, son elementos que han surgido como alternativa importante «en un contexto en donde varios medios tradicionales, como el caso de la televisión, se encuentran controlados en gran parte por el gobierno».
El documento detalla que un aumento del 37% en las comunicaciones digitales y redes sociales «contribuyó a esta modesta mejora general, lo cual refleja la creciente diversidad y sofisticación de los medios de comunicación digitales que siguen denunciando la corrupción del Estado».
Pocas expectativas de mejora en el corto plazo
Para que Venezuela mejore su clasificación en el Índice, debe tomar medidas «que garanticen la independencia de la rama judicial», afirma Kahn.
Asimismo, remarca, fomentar una «verdadera competencia política a partir de elecciones libres y justas, en donde las fuerzas opositoras tengan la oportunidad de ejercer el poder a nivel nacional».
Estas reformas «profundas» son necesarias «para establecer las condiciones de base para una institucionalidad robusta contra la corrupción», agrega.
Pero, al tratarse de cambios «estructurales» en el sistema político, no hay buenas expectativas de mejora en el corto plazo.
«Sin embargo, el proceso de diálogo entre el gobierno y la oposición, que se espera que reinicie, puede ser el foro (de hecho, debe ser el foro) para tomar los primeros pasos en esta dirección», opinó el vocero de Control Risks.