Chile decomisa drogas sintéticas de Bélgica y Países Bajos valorada en $17 millones

Los decomisos récord de MDMA en puertos chilenos conectan al país latinoamericano con las drogas sintéticas de Bélgica y los Países Bajos, unos de los mayores productores mundiales de éxtasis.

Antilavadodedinero / InSightCrime

Las autoridades de Iquique y San Antonio, ciudades portuarias del norte de Chile, descubrieron cerca de 475.000 tabletas de MDMA en varios barcos que habían zarpado de Bélgica y Países Bajos en los últimos dos meses. Los cargamentos, avaluados en US$17 millones, provenían de los puertos de Róterdam, Zeebrugge y Amberes.

Según el diario chileno BioBio, el operativo llevó a la captura de siete dominicanos, lo que indicaría que República Dominicana puede haber sido un punto de tránsito para las drogas.

Los traficantes ocultaron las pastillas en una casa rodante, tres vehículos y un compresor mecánico. Por la ruta y el modus operandi de los diferentes envíos, las autoridades concluyeron que las drogas pertenecían a la misma organización.

Los hallazgos en el norte de Chile no son los primeros alijos de éxtasis neerlandés en el país, pero los últimos decomisos han entrado al país en avión, no en barco. En abril de 2022, las autoridades del aeropuerto de Santiago hallaron más de 6.000 tabletas de éxtasis en equipaje proveniente de los Países Bajos, mientras que en 2019, se halló éxtasis en una mesa enviada desde Países Bajos en avión.

El flujo continuo de drogas sintéticas desde Bélgica y los Países Bajos hacia Latinoamérica parece haber encontrado un nuevo mercado en Chile.

Este es uno de los países con mayor poder adquisitivo per cápita en Latinoamérica, con una clase media en aumento, que conlleva una demanda de drogas sintéticas. El largo litoral del país y el desarrollo de sus puertos facilita el envío de drogas más que en otros países. La producción de MDMA en Europa ha generado mayor oferta para países como Chile.

Según el Informe Mundial sobre Drogas de 2022, los Países Bajos fue el principal punto de origen y partida de éxtasis entre 2016 y 2020, seguido de Bélgica. Los traficantes de estas sustancias por lo general contrabandeaban las pastillas desde Bélgica y Alemania hacia Latinoamérica, en especial Argentina. Después de su llegada, los traficantes mueven las drogas a países vecinos con mercados de drogas importantes, como Chile y Brasil.

A pesar de las rutas establecidas entre Europa y Argentina, en los puertos de Chile se han presentado pocos decomisos de éxtasis. Los operativos encubiertos recientes demuestran la conexión entre los Países Bajos, Bélgica y Chile. Una ruta de despacho directa hacia Chile suprimiría los intermediarios, eliminaría el riesgo y permitiría la afluencia de más MDMA hacia Chile en comparación con los cargamentos por paquetes más comunes o el tráfico de drogas en aviones.

El narcotráfico entre Chile y Europa se asociaba en una sola vía, pues varios puertos chilenos se han erigido como focos de tránsito para la cocaína boliviana y colombiana en dirección a Europa. Pero el último decomiso muestra un cambio en esa dinámica; la cocaína se dirige desde Chile hacia Europa y los sintéticos se mueves en la dirección contraria.

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