Un documento de 16 páginas contiene el informe sobre la acusación) en contra de la reconocida diseñadora caleña Nancy Teresa González de Barberi y dos de sus más cercanos trabajadores. Desde el mes de abril una Corte del Distrito Sur de la Florida le había notificado a las autoridades colombianas sobre el requerimiento de extradición.
Antilavadodedinero / Semana
En uno de los principales puntos se advierte que la diseñadora, junto a sus dos colaboradores (Diego Mauricio González Giraldo y John Camilo Aguilar Jaramillo) incurrió en actividades que se pueden resumir como de contrabando. Esto porque no cumplió con varios de los certificados que exige la Convención para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés).
La Corte es clara en señalar que estas tres personas incurrieron en una conspiración para cometer un delito: importar clandestinamente a los Estados Unidos desde Colombia productos producidos a partir de especies de vida silvestre protegidas, en violación de la ley federal, enriqueciéndose así con la venta del contrabando.
En el documento se indica que la diseñadora y sus dos colaboradores omitieron el pago exigido en el formulario de declaración 3-177 del realizaron varios viajes a los Estados Unidos para transportar bolsos y carteras que exige el CITES.
Estos mismos elementos que fueron ingresados de manera ilegales fueron transportados hasta la sala exhibición de la firma GZUNGA –fundada por González- y que estaba ubicado en un exclusivo sector de la ciudad de Nueva York con el fin de ser exhibido a minoritas para proceder a su venta.
El primer ingreso ilegal se registró el 8 de febrero de 2016 cuando Diego Mauricio González Giraldo arribó al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York en un vuelo de Avianca. En su maleta personal se encontraban bolsos de diseñador hechos con piel de caimán y que no contaban con el formulario de declaración 3-177.
Tan solo cuatro días John Camilo Aguilar Jaramillo contactó a dos personas para que transportaran bolsos de diseñador desde Colombia a los Estados Unidos. La diseñadora caleña tuvo conocimiento de todo esto y también dio instrucciones sobre la forma en cómo debían viajar y transportar las maletas, igualmente, de lo que debían decirles a las autoridades si eran detenidos.
El 13 de febrero, González Giraldo se trasladó hasta el aeropuerto JFK para recolectar los bolsos de piel de caimán. Cuatro meses después –teniendo en cuenta el éxito de la primera importación- fueron trasladados hasta la tienda principal de la diseñadora 32 bolsos de piel de caimán por parte de los dos mismos mensajeros.
Dos meses después, es decir, en agosto, Giraldo importó dos pieles de caimán en equipaje de mano desde una aerolínea de pasajeros que salió de Cali a Nueva York. El 5 de septiembre de 2016 –resalta la acusación- ingresó de manera ilegal 32 bolsos de piel de caimán utilizando los vuelos de pasajeros y aerolíneas comerciales.
Un día después, la diseñadora viajó desde Colombia hasta Estados Unidos, llegando al aeropuerto internacional de Newark (Nueva Jersey) con piel de caimán en su equipaje de mano. En ese viaje, al ser retenida por un agente especial de la FWS la diseñadora le aseguró que los cuatro bolsos que trasportaba eran un regalo para un amigo.
El susto ante una posible detención solamente le duró un mes. En octubre se repitió la misma fórmula: utilizando a los mensajeros llegaron en un avión de pasajeros con 18 bolsos de piel de caimán. El 2017 inició con la misma importación fraudulenta de bolsos a los Estados Unidos. El 17 de ese mes ingresaron seis bolsos en el aeropuerto Internacional de Maimi.
El 11 de julio de 2017, las autoridades de los Estados Unidos, el gerente en Nueva York de la firma GZUNIGA un correo electrónico en el que se menciona la importación de 20 bolsos de piel de caimán. Ese año las autoridades no registraron más ingresos de la diseñadora, sus dos colaboradores y los mensajeros.
El 13 de febrero de 2018 se empezó a mover un nuevo ingreso de 28 bolsos de piel de caimán y de pitón en el aeropuerto de Miami. Toda esa mercancía fue entregada directamente a la tienda con sede en Nueva York. El 7 de junio los dos mensajeros transportaron 24 bolsos los cuales tenían el mismo destino.
Entre el 2 y 4 de septiembre de 2018 se registró el ingreso de 24 bolsos de pitón y caimán hechos a mano, los cuales fueron llevados de manera directa a la tienda en Nueva York. Los hechos se registraron casi que, de manera sistemática en el 2019, el 27 de febrero las directivas de la tienda recibieron un correo electrónico en el que se le informaba la llegada de 36 bolsos.
El 13 de marzo de 2019, una mujer identificada como Paola Soto y otros tres mensajeros viajaron en el vuelo 920 de American Airlines desde Colombia rumbo a Miami con 28 bolsos y carteras. La Corte de la Florida sostiene que fue Soto la que le entregó los boletos de avión y una compensación monetaria a uno de los mensajeros para que llevara tres de los bolsos de piel de caimán.
El último viaje se presentó el 4 de abril de 2019. Un mensajero llegó por medio del vuelo 920 de American Airlines a Miami con tres bolsos de piel de caimán. La ruta, como todas, era la tienda ubicada en Nueva York. El documento insiste que ninguna de las importaciones anteriormente citadas cumplió con los requisitos que exige la ley estadounidense.
Frente a esto se menciona que pese a tener conocimiento sobre los requisitos que debían cumplir para realizar estas importaciones y las leyes de comercio de los Estados Unidos, la diseñadora y sus colaboradores pusieron en marcha un plan para evitar el pago de impuestos.
Por el momento el Ministerio de Justicia, por medio de su oficina de asuntos internacionales, no ha notificado formalmente a la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia frente a la solicitud de extradición.