Pakistán: ¿por qué acusaron de terrorismo al exprimer ministro Imran Khan?

Las autoridades de Pakistán presentaron cargos en virtud de la Ley Antiterrorismo contra el exprimer ministro Imran Khan por supuestamente amenazar a la fuerza judicial y policial del país durante un discurso el pasado sábado. Khan, que se vio obligado a dimitir en abril, prometió demandar a los agentes de policía y a una jueza tras alegar que un colaborador cercano fue torturado después de su arresto.

Antilavadodedinero / France24

Aumentan las tensiones políticas en Pakistán. La Policía presentó cargos de terrorismo contra el ex primer ministro Imran Khan, una imputación que está basada en las palabras del político durante un mitin el pasado sábado 20 de agosto.

Durante el discurso en Islamabad, Khan habló sobre la presunta tortura a uno de sus colaboradores cercanos, que ahora enfrenta cargos de sedición tras ser señalado de incitar a un motín en el Ejército.

El expremier acusó a agentes policiales de lo ocurrido y prometió demandar tanto a los uniformados supuestamente involucrados, incluido el jefe de la institución, como a una jueza a cargo del caso.

“No los perdonaremos”, dijo Khan, al tiempo que pidió el respaldo de la institución castrense.

Sus palabras fueron consideradas por las autoridades paquistaníes como una amenaza y un delito bajo la Ley Antiterrorista.

“El propósito del discurso era sembrar el terror entre la Policía y el poder judicial e impedir que cumplieran con su deber”, señaló el informe oficial.

El cruce de acusaciones se da en momentos de una tensa pugna entre el antiguo líder del Gobierno y la Administración actual del país. El primer ministro derrocado realiza mítines masivos en busca de regresar al cargo y las autoridades lo acusan de amenazar con disturbios y agitación pública.

Conceden libertad bajo fianza temporal a Khan 

Khan podría enfrentar varios años de prisión en caso de ser hallado responsable de los nuevos señalamientos, en virtud de la legislación de 1997 que otorgó a la Policía poderes más amplios, en medio de la violencia sectaria en el país.

No obstante, en las últimas horas un tribunal de Islamabad emitió una “fianza de protección” para el líder político durante los próximos tres días, lo que evita que sea arrestado de inmediato, indicó Shah Mahmood Qureshi, un alto líder de su partido de oposición Tehreek-e-Insaf.

Pero “durante estos tres días comparecerá ante el Tribunal Antiterrorista y enfrentará los cargos en su contra”, explicó.

Según el sistema legal de Pakistán, la Policía presenta lo que se conoce como un primer reporte de información sobre las imputaciones contra una persona acusada a un juez de instrucción, que permite que avance la investigación. Por lo general, las autoridades luego arrestan e interrogan al señalado.

El uso de las leyes antiterroristas como base de los casos contra los líderes políticos no es inusual en Pakistán, donde incluso Khan las utilizó contra sus opositores y críticos durante su Administración.

Simpatizantes intentan bloquear arresto de Khan

Cientos de simpatizantes de Khan y de su movimiento político se congregaron este lunes frente a su casa, en una muestra de apoyo para evitar que fuera arrestado, mientras el líder sostenía reuniones al interior.

“Tendrán que atropellarnos antes de que puedan alcanzar a Khan”, sostuvo Sher Jahan Khan, uno de los partidarios del político que se congregaron afuera de la casa ubicada en lo alto de una colina con vista a la capital.

“Si arrestan a Imran Khan tomaremos Islamabad con el poder popular”, amenazó a través de su cuenta de Twitter Amin Gandapur, un exministro del gabinete del otrora premier.

El movimiento político Tehreek-e-Insaf ha advertido que realizará mítines en todo el país si su líder es detenido, al tiempo que el partido trabaja por descartar los cargos ante la corte.

“Tomaremos Islamabad y mi mensaje a la Policía es no sea más parte de esta guerra política”, advirtió Ali Amin Khan Gandapur, que fue ministro del exgobernante.

Khan fue primer ministro desde 2018 hasta abril de este año, cuando se vio obligado a dimitir tras perder un voto de confianza en el Parlamento, después de que la oposición lo acusara de mala gestión económica a medida que la inflación se dispara y el valor de la rupia pakistaní se desploma. Desde entonces, ha estado haciendo campaña para las nuevas elecciones, previstas para 2023.

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