Casi un centenar de niños y adolescentes fueron rescatados de redes de tráfico sexual durante la última operación a nivel nacional, realizada a principios de agosto por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Antilavadodedinero / Eltiempolatino
El propósito principal de la acción fue rescatar a las víctimas y combatir los delitos y la explotación sexual de menores.
“Cross country es una operación que hacemos a nivel nacional, todas las oficinas del FBI, para tratar de interrumpir este delito y el propósito es recuperar a niños que están siendo explotados por el comercio sexual”, señaló Barbara Smith, agente superior especial del FBI, de la Oficina de Washington DC.
La operación también ayudó a identificar a mujeres que están siendo explotadas, o forzadas o que participan en actividades de comercio sexual en contra de su voluntad.
Cross Country es una de las operaciones más grandes del país, que involucra, además, a las oficinas de servicio social local y que pone en la mira el problema del tráfico de niños, adolescentes y mujeres.
En total, las autoridades señalaron que más de 200 víctimas de trata de personas, entre estos 84 niños y adolescentes fueron puestos a salvo, tras el operativo.
Una vez la víctima es rescatada, si se trata de un menor de edad, este es entregado a las autoridades locales o sus padres.
“Los niños que son víctimas de la explotación sexual son de comunidades vulnerables del país; más que nada, de un nivel social económico básico, de familias desunidas o son chicos que se van de la casa”, apuntó la agente.
El problema
Previo al operativo, el FBI junto con la policía local, identifican las áreas en donde prevalece el comercio sexual y en las que existen indicios de que ocurre este tipo de transacciones ilegales de menores.
Además, las agencias de inteligencia y de seguridad, recolectan información y pruebas que sirven para la construcción de los casos y el sustento de pruebas que se utilizan durante el proceso judicial y que también sirven para asistir a las víctimas rescatadas.
“Por lo general empezamos tres o cuatro meses antes para tener todo listo. Requiere de investigación para ver qué niños están desaparecidos, qué tipo de anuncios hay, en dónde ofrecen a los niños o qué tipo de forma de explotación está ocurriendo en la zona”, explicó Smith.
Las víctimas
Generalmente los niños, adolescentes y mujeres víctimas de trata de personas o de explotación sexual, están en condición vulnerable. Entre los afectados, hay inmigrantes.
“En algunos casos son chicos que han llegado al país y que se han reunido con su madre o su padre, que no tienen conexión con la familia y se van de la casa y cuando están solos en la calle, son reclutados por comerciantes sexuales”, aseguró.
En Washington DC, las autoridades lograron determinar que los niños víctimas, son llevados a hoteles en donde el traficante ha arreglado una cita con “el cliente” o a fiestas privadas que se anuncian de forma inofensiva en las redes sociales.
“Es por esto por lo que tenemos que saber cómo están siendo explotados estos menores, para poder identificarlos y rescatarlos”, agregó Smith.
Penas y procesos
La trata de menores con fines de explotación sexual tiene un castigo de entre diez y 30 años de cárcel. La misma pena aplica para los clientes de las redes y para todas las personas que pagan por tener sexo con niños y adolescentes.
“Si no hay consumidores no existe abuso. El consumidor debe saber que al tener una relación sexual con niños lo hace tan culpable como el traficante”, señaló.
Cuando un traficante de menores es arrestado, la consecuencia penal alcanza a todos los que participan de estas operaciones. De ahí la importancia de las pesquisas que realizan las autoridades previas al operativo.
Las víctimas rescatadas son sometidas a un proceso psicológico con expertos, que a veces resulta “complicado”.
“La parte más difícil es con los niños, porque están muy traumatizados. Muchas veces las niñas no se ven a sí mismas como víctimas de trata, se ven como si fueran participantes y piensan que la policía es la persona mala que en vez de rescatarla la sacó de su ambiente”, explicó Smith.
¿Qué debe hacer la sociedad?
Algo importante que señalan las autoridades es que todas las personas deben reportar sobre situaciones irregulares o sospechosas de este tipo. Esto ayuda a rescatar a otras víctimas y a que los cuerpos de seguridad tomen acciones en el tiempo adecuado.
“Si un chico desaparece o se va de la casa hay que reportarlo con la policía, para que podamos saber que el chico no está bajo la protección de sus padres. Si uno está en un hotel y ve lo que parece una niña que está vestida de manera provocativa y está con un adulto que no parece ser su padre, esto se debe reportar de inmediato”, aclaró la agente.
En algunos casos, ha resultado difícil para las autoridades rescatar a las víctimas y arrestar al traficante porque las transacciones se disfrazan, pues estas redes buscan “utilizar a la niña lo más que pueda en el ámbito comercial”.
“Es muy importante que la gente reporte cuando ve algo”, aseveró Smith.
El FBI tiene habilitados varios canales de comunicación para que las personas puedan denunciar este tipo de delitos.
“Si uno ve a un niño que está siendo explotado en un hotel llame al 911. Si cree que es algo que está pasando o que vio antes, puede llamar al 1 800 CALL FBI (1 800 222 324), al tip line [email protected] o puede a la línea nacional de Human Trafficking al 1 888 373 7888”, acotó.