El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), México, Arturo Zaldívar, dijo que “se requiere una cooperación internacional, precisamente, porque como ya se dijo aquí, el crimen organizado es transnacional’’.
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La cooperación internacional es la única vía para combatir el crimen organizado de manera efectiva, coincidieron Arturo Zaldívar, Gloria Alves y Gautier Mignot.
“Cuando se trata de la delincuencia organizada, realmente creo que aquí sí hay una problemática común y el crimen organizado sólo se puede combatir con efectividad de manera internacional, con diálogo, con construcción de acuerdos, con intercambio de experiencias’’, afirmó el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Durante la ceremonia inaugural, vía remota, de la “capacitación en materia de Crimen Organizado Transnacional y Grupos en Situación de Vulnerabilidad en América Latina’’, impartida por el Programa de Asistencia contra el Crimen Transnacional Organizado (PAcCTO) Europa–Latinoamérica, Zaldívar explicó que las maneras de entender, razonar y de acercarse al derecho que fueron tradicionales en los siglos XIX y XX, hoy ya no son suficientes.
“Se requiere una cooperación internacional, precisamente, porque como ya se dijo aquí, el crimen organizado es transnacional’’.
El poder económico que tienen las mafias y organizaciones criminales, puntualizó, les da posibilidad de ocultar su ruta criminal de manera muy eficaz, aunque no solamente a través de dicho poder para corromper, sino a partir de una serie de subterfugios tecnológicos y de otro tipo que hace realmente complicado su combate, además de que su actividad, que no tiene fronteras, afecta de manera muy particular a las personas más vulnerables como las mujeres, niñas, niños, adolescentes, migrantes y quienes pertenecen a los pueblos indígenas.
En su turno, Alves, coordinadora adjunta del Componente de Cooperación entre Sistemas de Justicia del PAcCTO, comentó que es la primera vez que un programa europeo trabaja en toda la cadena penal para fortalecer la cooperación internacional a través de tres componentes: cooperación policial, entre sistemas de justicia y entre sistemas penitenciarios.
Y en cinco ejes transversales como cibercrimen, corrupción y lavado de activos.
La Unión Europea, dijo, pretende difundir y compartir experiencias de buenas prácticas, así como fomentar la interconexión entre actores europeos encargados de la seguridad y justicia, con sus homólogos latinoamericanos y turnar la cooperación internacional contra el crimen organizado de manera más eficaz y más rápida.
Por su parte, el embajador Mignot, jefe de la delegación de la Unión Europea en México, estableció: “La gran criminalidad no puede combatirse desde el esfuerzo individual de los estados modernos, por muy sólidos y estables que parezcan, porque hoy es en gran parte transnacional y, por lo tanto, la cooperación judicial entre los estados es cada día más una herramienta indispensable”.
La delincuencia organizada, dijo, supone un desafío para las sociedades de los estados modernos, sin excepción, gracias a su volumen y capacidad de utilizar las ventajas que ofrecen las comunicaciones y el sistema financiero.