En lo que va del año. ‘Los Malditos de Bayóvar’ y ‘Los Malditos de Huáscar’ se disputan el negocio de cobro de cupos, extorsiones, tráfico de terrenos, prostitución y venta de drogas en el distrito más poblado de Perú. Los habitantes están atemorizados.
antilavadodedinero / Larepublica
San Juan de Lurigancho (SJL) volvió a ser noticia por la cantidad de asesinatos que acumula en lo que va del 2022. De los 227 homicidios cometidos en Lima metropolitana, 64 fueron perpetrados solo en ese distrito del cono este de la ciudad.
Extorsión, cobro de cupos, narcotráfico, trata de personas, tráfico de tierras y explotación sexual se traducen en constantes crímenes que no distinguen la edad de sus víctimas.
Mencionar la palabra extorsión estremece a los pobladores y comerciantes, principalmente en el mercado La Cachina. Allí, uno de los vigilantes de ese negocio, donde hay 480 puestos, fue asesinado el 25 de setiembre último, presuntamente, por extorsionadores.
Julio César Fernández Valera es para la policía una de las víctimas de una guerra desmedida que se extiende en ese distrito por el cobro de cupos a manos de dos bandas criminales: ‘Los Malditos de Bayóvar’ y ‘Los Malditos de Huáscar’.
Ese día, uno de los delincuentes (Jimmy Huamán) disparó a los policías y arrojó un arma. Tenía en su poder tres cuadernos con el registro de cobranzas que realizaban ‘Los Malditos de Bayóvar’, una banda criminal que es liderada por Róger Sifuentes, alias Chivi.
Un ‘negocio’ rentable
Estos hampones cobran a diario 10 soles por negocio chico y 14 soles por negocio grande. Tenían puestos fijos por los que a la semana recaudaban 38.000 soles y 150.000 soles al mes. “Por eso se están matando”, dice el general Manuel Lozada, jefe de la Región Policial Lima.
“Estas dos bandas están compuestas por peruanos. Pero el sicariato en San Juan de Lurigancho se incrementó desde el 5 de agosto, cuando mataron en España a Renée Jesús Aroni Lima, alias Loco Aroni, quien era cabecilla de ‘Los Malditos de Bayóvar’”, señala el coronel Charles Infante, jefe de la División Policial Lima Este.
Muertes por hegemonía
Hay una pugna por la hegemonía del poder por las extorsiones en La Cachina y otros mercados. Los dos bandos que se disputan estos territorios están dispuestos a todo, agregó.
San Juan de Lurigancho es el distrito más grande de Lima. Cuenta con un promedio de 1.760 efectivos policiales y 625 serenos para un millón 117 mil 629 habitantes; es decir, hay 635 habitantes por policía.
Uno de las víctimas atacadas en el distrito fue el dirigente de construcción civil y secretario de Organización de Comité de Obra de la Línea 2 del Metro de Lima, Jaime Huaroc Ríos (59), quien el 23 de junio pasado fue asesinado a balazos.
En ese mismo distrito, cuatro amigos también fueron acribillados a tiros. Víctor Luna (19) conducía el auto de placa F3R-414, de propiedad de Daniel Heredia, quien iba como copiloto. Geraldine Linares y Wilfredo Montalvo viajaban atrás.
Avezados matones
El jefe de la División de Homicidios, coronel Víctor Revoredo, confirmó que estos homicidios calificados son cometidos por mantener la supremacía y hegemonía de algunos grupos delictivos vinculados a delitos agravados con modelo criminal similar al sicariato.
“Se trata de matones que actúan como fieras salvajes, asesinan por querer controlar pequeños espacios geográficos donde se extienden la venta de droga, la prostitución, el tráfico de terrenos, el narcotráfico y las extorsiones”, indicó.
El oficial explicó que, a diferencia de estos delincuentes, el sicario cobra dinero por su objetivo (como Trujillo Ospina, alias Payaso) y luego desaparece de la escena del crimen.
Sin embargo, ahora las bandas de San Juan de Lurigancho matan para quedarse en estos lugares, sacando de circulación a sus conocidos rivales, como el caso del venezolano Richard Gonzales Fuenmayor, hallado envuelto en un colchón.
160 menores intervenidos por delitos
Otro problema que preocupa a las autoridades de ese distrito es el incremento de casos de raqueteo y otros delitos en los que están comprometidos niños y adolescentes. Solo entre enero y julio, casi 160 menores fueron intervenidos por agentes de la División Policial Lima Este por infringir la ley.
Sus edades fluctúan entre los 13 y 17 años, pero ya están comprometidos en robo agravado en la modalidad de cogoteo y raqueteo, y operan cerca de locales comerciales. “Son menores que han sido captados por mayores de edad para conformar bandas no solamente para asaltar, sino también llevar droga”, dijo el coronel Charles Infante.
Cifras
150 mil soles al mes obtiene una sola banda por extorsionar en SJL.
480 comerciantes de La Cachina están en la mira de dos bandas delictivas.