La caída de Rafael Caro Quintero en un operativo que terminó en tragedia para 14 marinos, y que inició en la sierra de Choix, Sinaloa, fue de las pocas victorias contra el crimen organizado durante el 2022, pues la estrategia del gobierno federal para diezmar al Cártel de Sinaloa, se enfocó en decomisar laboratorios e insumos para la fabricación de drogas sintéticas.
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El despliegue de la Marina en San Simón comenzó hacia la mañana del 15 de julio, y tras ser encontrado por una perra entre la arboleda de la sierra, un helicóptero de la SEMAR se desplomó en su regreso al aeropuerto de Los Mochis, provocando la muerte de los tripulantes. A los meses se determinó que la aeronave se había quedado sin combustible.
De ahí en adelante, el resumen de los golpes al crimen organizado en la entidad, pueden traducirse como decomisos de laboratorios, insumos y armas, sin que esto afecte las operaciones de trasiego y capacidad logística de las facciones de Los Chapitos y de Ismael “El Mayo” Zambada, los dos grupos que conforman al cártel que lleva el nombre del estado.
Pocas detenciones relevantes
El arresto de Caro Quintero fue visto más como la necesidad del gobierno estadounidense y la DEA de llevarlo a prisión, que la obligación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de tenerlo bajo condena, pues el principal proceso que lleva el viejo capo, es terminar de cumplir con su sentencia de 40 años por el asesinato del agente antinarcóticos, Enrique “Kiki” Camarena Salazar.
En otra ruta, su defensa litiga contra la petición de ser extraditado a la Corte Federal de Nueva York, en donde se le acusa de ser líder de una facción criminal con conexiones en el norte de Sonora. Actualmente el oriundo de La Noria, Badiraguato, se encuentra en la prisión federal de El Altiplano.
Sin embargo, de los perfiles del cártel sinaloense, fue el único detenido en 2022. Luego de Caro, el 23 de agosto el Ejército confirmó la detención de Heibar Josué Tapia Salazar en una privada de Stanza Toscana; el joven de 30 años es hijo de José Guadalupe Tapia Quintero, uno de los cercanos colaboradores de “El Mayo” Zambada.
La noche del traslado de Heibar, arrestado sin violencia de por medio, se reforzó la seguridad de Culiacán ante el temor de un rescate parecido al “Culiacanazo”, situación que no ocurrió al final.
De este modo, la Secretaría de la Defensa Nacional se enfocó en desmantelar narcolaboratorios durante el año, convirtiendo a Sinaloa en la entidad con más de estas “fábricas de droga” destruidas. Además se aseguraron precursores químicos, ubicados en bodegas, depósitos tanto en Culiacán, como en la zona rural de la capital y municipios como Cosalá y Elota.
El 17 de julio, dos días después de la detención de Caro, la Sedena informó que en los últimos 40 días había destruido 65 narcolaboratorios en el estado. Para finalizar el mes, reveló que en el primer semestre sumaron 90 en la entidad.
De acuerdo con fuentes de la Fiscalía de Sinaloa y de las corporaciones policiacas del estado, estos golpes contra el Cártel, sin embargo, no han diezmado la capacidad operativa de las facciones criminales, y por el contrario, su predominio se sostiene con la apertura de más “narcotienditas”, dispensarios y envíos de volumen de metanfetamina y fentanilo hacia la frontera con Estados Unidos.
Actualmente Los Chapitos pelea con la célula de Jesús Aléxander Sánchez Félix, “El Ruso”, jefe sicario al servicio del “Mayo” Zambada, en la zona fronteriza de Sonora y Baja California, en donde han ocurrido brotes de violencia, con decenas de víctimas y personas desaparecidas.
Sedena hace grandes decomisos de droga en Sinaloa. Foto: Cortesía | Sedena
EU los consiente
Del otro lado de la guerra, en los juzgados de distrito de Estados Unidos, capos sinaloenses obtuvieron beneficios de ley; una de las primeras en salir de prisión rumbo a una custodia vigilada fue Emma Coronel Aispuro, esposa del Chapo Guzmán, quien además se le programó su libertad anticipada en 2023.
En mayo pasado, el hermano de Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, de nombre Álvaro, recibió una sentencia de apenas 63 meses de prisión, que hicieron que ya cumpliera y se encuentre en libertad, pues fue detenido en agosto de 2017.
Una semana después de la captura de Caro en Choix, el Departamento de Justicia americano confirmó que también Ismael Zambada Imperial, “El Mayito Gordo”, alcanzó su libertad luego de cumplir una módica condena de 8 años de prisión.
Zambada Imperial fue detenido en noviembre de 2014 en la comunidad de El Ranchito de los Burgos, sindicatura de El Salado, tras una operación de la Marina en el marco de la Operación Narco Polo de la DEA, misma en la que fue capturado El Chapo Guzmán en Mazatlán.
“El Mayito Gordo” logró negociar con los fiscales de la Corte de San Diego, al entregar información relativa al Cártel de Sinaloa, como sus hermanos y tío Vicente, Serafín y Reynaldo, quienes apuntan a que funjan como testigos en el juicio de Genaro García Luna programado para este 9 de enero en Nueva York. Actualmente los datos disponibles señalan que Zambada Imperial sigue bajo protección de las autoridades en California.
En septiembre pasado, Miguel Ángel Félix Gallardo ganó un amparo para seguir con su condena de 40 años en prisión domiciliaria, sin embargo, el 9 de diciembre su abogado informó que todavía se encontraba en ese proceso de marchar a casa con su familia.
La Marina y su guerra en contra de los narcolaboratorio en Culiacán. Foto: Cortesía | Guardia Nacional
La UIF pierde contra el lavado
El otro frente del combate al crimen organizado no dejó los mejores resultados. Se trata de la lucha contra el lavado de dinero que emprendió la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Desde 2019, la UIF que se encontraba a cargo de Santiago Nieto, colocó a decenas de personas en su lista de bloqueos, por la sospecha de operaciones con recursos de procedencia ilí
Sin embargo, durante 2022 familiares de capos sinaloenses, y hasta empresas, comenzaron a obtener amparos en los tribunales, con la finalidad de que la UIF deje sin efectos sus acuerdos de congelar cuentas bancarias.
Entre quienes lograron vencer a la UIF por la vía de amparo se encuentra la hermana del “Mayo” Zambada, de nombre Ana María, así como una de sus parejas, Leticia Ortiz Hernández. A la lista de amparos a favor se sumó Adriana Meza Torres, esposa de Ovidio Guzmán López, “El Ratón”.
La defensa legal de la joven aseguró que sus recursos provienen de la agricultora, pero por otro lado la UIF no logró demostrar en el juicio que el dinero de sus cuentas fuera de origen ilícito.
Además de ellas, también ganaron amparos el empresario mocoritense Antonio Sosa Valencia, cuyas empresas han sido relacionadas con el Cártel de Sinaloa, así como el ex director de Recursos Humanos de la UAS, Florencio López Hernández y la empresa Establo Puerto Rico, vinculada con los Zambada.
Los papeles de la Sedena
En el otro flanco, la Secretaría de la Defensa Nacional recibió un fuerte golpe luego de que el colectivo Guacamayas lograra entrar a su base de datos y filtrar a los medios 6 terabytes de documentos privados, algunos de ellos sobre temas relativos al narcotráfico en Sinaloa.
De temas del estado, las filtraciones hablaron de una supuesta reunión de Rafael Caro Quintero y Fausto Isidro Meza Flores, “El Chapo” Isidro, con quien se alió el “Príncipe” para hacer negocios criminales.
Asimismo, también se reveló que Isidro habría sido detenido en cuatro ocasiones en Sinaloa, aunque el reporte nunca dio más detalles. Con las filtraciones, lo que se llegó a saber es que el Ejército realiza monitoreos de la actividad criminal, sin reaccionar.
Por ejemplo, documentó la guerra entre Los Chapitos y Los Rusos en 2020, conflicto que terminó en el norte de Culiacán cuando El Ruso salió exiliado a Mexicali. De “Culiacanazo”, los informes se limitaron a confirmar que la Sedena no investigó el actuar de los soldados en la muerte de dos jóvenes carpinteros en los eventos violentos del jueves 17 de octubre de 2019. De ahí en adelante, los papeles no hicieron las grandes revelaciones de corrupción y narcopolítica que se esperaba.
Los logros
La Sedena reporta el desmantelamiento de más de 100 laboratorios en Sinaloa y el decomiso de miles de litros de químicos para fabricar drogas, pero sin detenidos.
Los descalabros
Familiares de capos de alto perfil lograron amparos para que la UIF les descongele sus cuentas bancarias ante la falta de pruebas de que sean ilegales.