Un proyecto de ley bipartidista busca imponer sanciones a personas, agencias y gobiernos extranjeros que ayuden a Hamas, la Jihad Islámica Palestina o sus afiliados. La Ley de Prevención del Financiamiento Internacional de Hamas fue presentada nuevamente por el representante republicano Brian Mast de Florida y el representante demócrata Josh Gottheimer de Nueva Jersey.
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El proyecto de ley requiere que el Presidente presente al Congreso un informe anual para los próximos tres años que identifique a “personas extranjeras, agencias o instrumentos de un Estado extranjero que, a sabiendas y materialmente, ayuden a Hamas, la Jihad Islámica Palestina o un afiliado o sucesor de una de esas organizaciones”.
Después de identificar a las organizaciones, el Presidente debe imponer dos o más sanciones, incluida la denegación de garantías de exportación e importación o la incautación de bienes en los Estados Unidos, entre otras sanciones.
Si se convierte en ley, también requerirá que el Presidente “informe al Congreso sobre cada gobierno que brinde apoyo a actos de terrorismo y brinde apoyo material a Hamás, la Jihad Islámica Palestina o cualquier organización afiliada o sucesora, o que el Presidente determine que se han involucrado en una transacción importante para brindar apoyo material y deliberadamente a Hamás, la Jihad Islámica Palestina o cualquier organización afiliada o sucesora”.
Luego de identificar a los gobiernos, explicaron los dos legisladores en un comunicado, el Presidente debe suspender la asistencia estadounidense a ese gobierno por un año, instruir a los directores ejecutivos de cada institución financiera internacional a votar en contra de cualquier préstamo o asistencia técnica a ese gobierno y prohibir cualquier exportación de municiones a ese gobierno durante un año.
“Además, el Presidente debe prohibir las transacciones de ese gobierno en divisas que están sujetas a la jurisdicción de los Estados Unidos y evitar las transferencias de créditos o pagos de ese gobierno entre instituciones financieras sujetas a la jurisdicción de los Estados Unidos”, dice su comunicado.
“Después de mi servicio en el Ejército elegí ser voluntario en las Fuerzas de Defensa de Israel porque nuestros países comparten los ideales comunes de libertad, democracia y respeto mutuo para todas las personas”, dijo el representante Mast en su declaración. “Estados Unidos no puede recompensar a ninguna persona, grupo o gobierno que apoye a los terroristas islámicos radicales que cantan por la destrucción de Israel y los valores que apreciamos”.
Gottheimer dijo que “Israel, nuestro aliado clave y la única democracia en Medio Oriente, continúa soportando amenazas de militantes yihadistas y extremistas como Hamas y la Jihad Islámica Palestina».
“Estos grupos han atacado durante mucho tiempo a civiles israelíes inocentes y están dedicados a la aniquilación del Estado judío; existen únicamente para destruirlo. Estos terroristas también han matado a innumerables estadounidenses y aliados nuestros. Sigo comprometido a asegurar que aislamos y castigamos a los grupos terroristas radicales como Hamas y la PIJ cortando sus recursos financieros”, concluyó el congresista.
Mantener la relación de Israel con Estados Unidos es una máxima prioridad estratégica, le dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Eli Cohen, al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, cuando los dos hombres hablaron en Año Nuevo.
“Le dije que la relación estratégica con Estados Unidos es nuestra máxima prioridad y que continuaremos fortaleciendo el vínculo especial entre los dos países”, tuiteó Cohen más tarde.
Blinken reiteró el compromiso intransigente de la administración Biden con la seguridad y la prosperidad de Israel, según el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Cohen enfatizó la severidad con la que ve la búsqueda de la Autoridad Palestina de la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que busca una opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia sobre la legalidad de la «ocupación de territorio».
Estados Unidos había trabajado con Israel para frustrar el texto y había votado en contra.