¿Por qué Caro Quintero, el «narco de narcos», no usaba celular?

Una acusación criminal expone por primera vez detalles sobre los años en que Rafael Caro Quintero se escondía en la sierra de México. Parte de las medidas de seguridad implementadas a su alrededor era comunicarse solo a través de intermediarios y viajar custodiado por pistoleros.

antilavadodedinero / univision

El Departamento de Justicia ha comenzado a revelar información inédita sobre Rafael Caro Quintero, el traficante que persigue desde hace 38 años por haber torturado y asesinado a un agente de la DEA.

Desde su polémica liberación de una cárcel mexicana en 2013 y hasta su recaptura el 15 de julio de 2022 en la sierra de Sinaloa, Caro Quintero no usó teléfono celular por temor a que lo rastrearan las autoridades, enviaba mensajes a los miembros de su cartel a través de un intermediario y se movía en las montañas protegido por un convoy fuertemente armado, según el gobierno.

Estas revelaciones se han hecho en un memorando de detención en el caso de Ismael Quintero Arellanes, alias ‘El Fierro’, quien era jefe de seguridad y mensajero de Caro Quintero.

Quintero Arellanes, de 51 años, fue extraditado el miércoles y compareció este jueves en una corte federal de Brooklyn, donde le imputaron cargos de participar en una conspiración de distribución de narcóticos a gran escala y por usar armas de fuego al cometer ese delito. Este capo fue detenido por fuerzas militares en México en enero de 2020.

La Fiscalía federal asegura que Quintero Arellanes era “un teniente de alto rango” dentro del llamado Cartel de Caborca, que lidera Caro Quintero. Una de sus funciones principales era evitar su captura.

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El narcotraficante Rafael Caro Quintero fue recapturado en Sinaloa el 15 de julio de 2022. Crédito: AP


“Por ejemplo, el acusado actuó con frecuencia como intermediario de Caro Quintero al transmitir mensajes y órdenes a otros miembros de la organización de tráfico de drogas de Caro Quintero, a través de un programa de mensajería electrónica”, indica el memorando, cuya copia obtuvo Univision Noticias.

“Este arreglo reflejó la preocupación dentro del cartel de Caro Quintero de que el uso directo de teléfonos o aplicaciones de mensajería por parte de Caro Quintero lo expondría a la detección de las fuerzas del orden”, agrega el documento.

Pero las comunicaciones de Quintero Arellanes sí fueron interceptadas, según el gobierno.

Así descubrieron que el 21 de febrero de 2015, cuando llevaba dos años en fuga, el ‘Narco de Narcos’ supo a tiempo que un operativo intentaría atraparlo. Alias ‘El Fierro’ pidió por medio de mensajes “que le advirtieran a Caro Quintero que los militares se preparaban para realizar una redada” para detenerlo. No está claro cómo fue que se enteró sobre esa operación de las Fuerzas Armadas.

Cinco meses después, el 14 de junio de ese mismo año, un pistolero le escribió a Quintero Arellanes para avisarle “que tenían que trasladar a Caro Quintero y le indicó que era importante mantener en secreto cualquier información sobre Caro Quintero”, describe el memorando.

“Eso es lo que dijo el viejo”

Este hombre también fungió como representante del ‘Narco de Narcos’ en asuntos relacionados con el trasiego de droga, de acuerdo con el Distrito Este de Nueva York.

En otra de las comunicaciones interceptadas, Quintero Arellanes fue cuestionado por un narcotraficante sobre cuánto costaría transportar 500 kilos de droga y si podía tener el permiso de Caro Quintero para que pasara por Puerto Peñasco, Sonora.

“El acusado luego respondió dando permiso para transportar la droga a través de Puerto Peñasco e indicando que obtendría el permiso de Caro Quintero para invertir en el cargamento de droga”.

En febrero de 2016, agentes estadounidenses seguían escuchando las llamadas del ‘Fierro’ y leyendo todos sus mensajes escritos. En uno de estos dio instrucciones precisas a otro miembro del cartel sobre cantidades de droga y los tiempos en que debían ser entregadas.

“El acusado indicó que estaba recibiendo instrucciones directamente de Caro Quintero, escribiendo: ‘eso es lo que dijo el viejo’”, menciona el expediente judicial.

Protegido por un convoy armado

La presencia de sicarios que protegían al ‘Narco de Narcos’ cuando se escondía en la sierra y hasta el tipo de armas que portaban algunos, son otros datos novedosos expuestos en este caso criminal.

En una conversación sostenida el 25 de febrero de 2016, Quintero Arellanes le dijo a otro integrante del Cartel de Caborca que había comprado dos armas conocidas como ‘matapolicías’, con cargadores para 30 balas, describe la acusación.

“Uno o más testigos también han observado personalmente que el acusado portaba armas de fuego, incluido un rifle de asalto mientras viajaba en un convoy armado que protegía a Caro Quintero, cuando viajaba por las montañas de Sinaloa”, agrega el documento.

Las evidencias contra Quintero Arellanes, que podrían abarcar el caso penal de su exjefe, incluyen comunicaciones interceptadas, testimonios, incautaciones de drogas y fotos, cita la Fiscalía.

“Como se alega, el acusado era un alto teniente y jefe de seguridad de Rafael Caro Quintero, un infame capo de la droga cuya organización violenta ha enviado durante décadas miles de kilogramos de drogas a Estados Unidos”, dijo el fiscal del Distrito Este de Nueva York, Breon Peace, en un comunicado.

“Desmantelar la dirigencia de las organizaciones narcotraficantes que han hecho estragos aquí y en el exterior es una prioridad para nuestra oficina”, agregó el funcionario.

El Departamento de Justicia alega que Quintero Arellanes envió enormes cargamentos de heroína, metanfetamina y cocaína a EEUU de febrero de 2015 a junio de 2018.

“Quintero Arellanes fue el ejecutor del imperio de narcóticos de Rafael Caro Quintero, responsable de distribuir drogas, violencia y muerte en todo México y en Estados Unidos”, señaló Frank Tarentino, encargado de la oficina de la DEA en Nueva York, en el comunicado.

“Esta extradición marca otra victoria para el estado de derecho estadounidense al llevar ante la justicia a los narcotraficantes que más daño han causado en nuestras comunidades”, añadió.

Familiares lo delataron

Sobre el llamado Cartel de Caborca, las autoridades alegan que usó sicarios “que llevaron a cabo actos de violencia en México, como asesinatos y secuestros, para silenciar a posibles testigos y tomar represalias contra cualquier persona que proporcione información a las fuerzas del orden”.

También tenía pistoleros encargados exclusivamente de proteger a Caro Quintero; jefes de ‘plaza’ que controlaban los territorios del cartel; transportistas de droga y lavadores de dinero.

Hay varios encausamientos por crimen organizado y tráfico de narcóticos en contra de Caro Quintero en cortes federales de EEUU. Pero en una corte de Los Ángeles, en el Distrito Central de California, radica el caso que significó el derrumbe de su imperio: el secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena en Guadalajara, México, en 1985.

Se alega que fue una venganza porque Camarena se infiltró en el Cartel de Guadalajara y dirigió el operativo que destruyó un inmenso sembradío de marihuana en Chihuahua. Cinco sicarios, incluyendo un policía, interceptaron a ‘Kiki’ afuera del consulado de EEUU en Guadalajara cuando se dirigía a un desayuno con su esposa. Lo llevaron a una residencia donde lo interrogaron y golpearon sin piedad, mientras un médico le brindaba asistencia para mantenerlo con vida, describe la acusación.

Un reporte del diario The Washington Post reveló que algunos familiares de Caro Quintero y miembros de su grupo proporcionaron la información que llevó a su captura el año pasado.

Sabían qué caminos de la sierra recorría para visitar a sus novias, que se transportaba en motos, que lo cuidaban pistoleros que rotaban cada semana y que su vía favorita de escape era correr hacia los cerros donde no pudieran descender helicópteros militares.

Pero no contaba con que un perro de la Marina lo encontraría escondido detrás de matorrales el 15 de julio de 2022, cuando trataba de huir de un operativo en el municipio de San Simón, en Sinaloa.

La extradición de este capo sigue en vilo por una estrategia legal que le ha puesto freno temporalmente.

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Según información preliminar, Rafael Caro Quintero fue detenido en la comunidad de Guachochi, en el estado de Chihuahua, lugar en el que se refugiaba desde hace algún tiempo.

El gobierno de Estados Unidos lo acusa del secuestro, tortura y asesinato del agente de la DEA Enrique ‘Kiki’ Camarena en 1985 y por información que llevara a su captura ofrecía una recompensa de 20 millones de dólares.

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