La Audiencia Nacional celebra el inicio del juicio a la conocida banda de ‘Los Miami’, en el que 81 personas se sentarán en el banquillo, entre ellas Ana María Cameno, conocida como ‘la Reina de Coca‘. Todos están acusados de introducir en España «no menos de siete toneladas y media de cocaína» procedente de Sudámerica y al blanqueo de sus beneficios.
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El paso del tiempo desde que la Justicia procedió contra esta supuesta red y el inicio del juicio ha llevado a la Fiscalía a tener en cuenta las dilaciones indebidas para alcanzar acuerdos de conformidad con más de la mitad de los acusados, incluida Cameno, actualmente en prisión por otra causa de narcotráfico y que podría ver sustancialmente reducida la petición de pena que inicialmente se solicita para ella y ser condenada a cinco años de cárcel.
Según las fuentes del caso, las conformidades, que se prevén concretar este lunes, son fundamentalmente por los delitos de narcotráfico o blanqueo indistintamente, y en algunos casos por ambos.
Cameno y su entonces pareja David Vela están al margen de posibles acuerdos. La Fiscalia los sitúa como cabecillas de la banda y solicita en su escrito casi 40 años de prisión. Junto a ellos está Artemio López Tardón, para quien pide 46 años y medio. Su hermano Álvaro, procesado en esta causa, no se sentará en el banquillo al estar cumpliendo condena en Estados Unidos. A ambos se los conoce como ‘los Miami’.
Entre los acusados figuran españoles, norteamericanos, colombianos o hindúes y serán juzgados por delitos contra la salud pública, blanqueo, contra Hacienda, falsedad, falsificación de moneda o tenencia ilícita de armas, entre otros.
La banda tenía cuatro niveles
Antidroga destaca la magnitud de esta «complejísisima» organización que habría operado dentro y fuera de España entre 2007 y 2011, aunque cree que algunos miembros habrían actuado desde 2003.
Calcula que la familia López Tardón habría obtenido «un mínimo de casi dos docenas de millones de euros en metálico» del narcotráfico que ocultaron presuntamente en «zulos» dentro de su «lujosa» vivienda. Además, el juez que investigó el caso cifró en 20 millones de euros los beneficios de la organización en 2009 y 52 millones en 2010.
La supuesta red estaba dividida en cuatro ramas, la última formada por acusados que después acabaron actuando por su cuenta. Algunos de ellos, dice el fiscal, se dedicaron a traficar con medicamentos, anabolizantes y productos “dopantes”.
El primer grupo lo capitaneaban los hermanos López Tardón, dedicados a planificar y ejecutar las operaciones de narcotráfico: desde el traslado de Sudamérica a España «de los voluminosos cargamentos de cocaína» -que llegaron a alcanzar las 7 toneladas y media- hasta su venta y distribución en nuestro país.
Una vez aquí entraba en juego el segundo «sector», liderado por los «co-gerifaltes» Ana María Cameno y su entonces marido, David Vela, quienes, según el fiscal, adquirían «distintas fracciones» de las partidas de droga y se lo hacían llegar a los distribuidores finales en España, es decir, al tercer y cuarto sector, cuyos líderes serían, según el fiscal, los hermanos Raúl y Víctor Juárez y el hispano colombiano Laurentino Sánchez.
Antidroga también acusa a distintos procesados de una serie de operaciones de blanqueo de dinero, para las que se habrían servido de «testaferros o personas de paja».