Aunque se ha mostrado a favor de la segunda enmienda. «Mis hijos y yo tenemos escopetas pero no se puede comprar una automática», afirma Joe Biden.
antilavadodedinero / elespanol
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pedido una vez más la prohibición de los rifles de asalto y endurecer las leyes de tenencia de armas tras el tiroteo que este lunes dejó seis muertos, tres de ellos niños, en un colegio de Nashville. Los republicanos creen que prohibir este tipo de armas no es una opción y culpan a la salud mental de los estadounidenses de este tipo de matanzas.
Biden ha alertado de que se están utilizando «armas de guerra» en colegios y calles de Estados Unidos y que es necesario poner fin a esta situación cuanto antes, aunque se ha mostrado fiel defensor de la segunda enmienda de la Constitución de EEUU, que regula el derecho de los ciudadanos a poseer y portar armas bajo ciertas circunstancias.
«La gente está empezando a verlo, en la televisión hay médicos de emergencias que enseñan lo que pasa cuando una bala de un revólver u otro tipo de pistola entra en el cuerpo en línea reacta y sale. Pero lo que pasa cuando es un rifle de asalto, con un AR-15, es que entra en el cuerpo y explota dentro y va a mucha más velocidad», ha afirmado este martes en un acto en Carolina del Norte.
«Mis hijos y yo tenemos escopetas»
A pesar de estas palabras, Biden ha mostrado su apoyo sin fisuras a la segunda enmienda, pero ha insistido en el que los rifles de asalto deberían estar prohibidos porque son extremadamente peligrosos.
«Soy un hombre de la segunda enmienda, yo mismo tengo dos escopetas. Mis hijos tienen escopetas. Todo el mundo cree que la segunda enmienda es absoluta pero no puedes ir y comprar un arma automática, no puede tener una ametralladora, no puedes tener un lanzallamas. ¿Por qué estamos permitiendo armas de guerra en nuestras calles y colegios», ha preguntado.
Joe Biden reconoce, además, que es «enfermizo» y «difícil de creer» que las muertes por armas sean la primera causa de los fallecimientos entre menores en EEUU. «Esta situación es completamente ridícula», ha dicho.