Las empresas enfrentan uno de sus mayores retos: blindar sus operaciones para evitar fraudes o vulneraciones cibernéticas, y la industria de las telecomunicaciones no es la excepción.
El 25% de los fraudes que reportan las compañías de telefonía corresponden a robo de identidad de sus usuarios y 15% a robos de teléfonos inteligentes, especialmente de gama alta, de acuerdo con información de la empresa SAS LATAM.
La firma especializada en analítica avanzada, inteligencia artificial y gestión de datos, detalló que los hackers o la delincuencia organizada aprovechan las vulnerabilidades de las redes, los sistemas operativos o el hardware para obtener información que luego es utilizada para cometer delitos.
Yuri Rueda, fraud domain expert para SAS LATAM, explicó que las telecomunicaciones se han convertido en uno de los blancos de defraudadores debido a que los smartphones son utilizados para almacenar información vulnerable como la bancaria en las plataformas de comercio electrónico, y es ahí en donde radica el interés.
Según datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), en los últimos cuatro años los fraudes cibernéticos han registrado un incremento de más de 20% con montos que han ascendido a 6,500 millones de pesos, de los cuales sólo se ha podido resarcir a 41% de los usuarios.
A pesar de que Telcel, AT&T o Telefónica cuenten con sistemas para monitorear y blindar su operación, “los defraudadores van a un paso adelante”, señala Rueda.
“Las empresas cada vez saben la importancia de invertir en herramientas y áreas especializadas para resguardar sus operaciones, pero también sabemos que aunque ponemos un candado de seguridad, ellos [los defraudadores] ya lo pasaron y lo estudiaron, y en poco tiempo brincan ese candado”, lamenta el especialista.