El estadounidense Buró Federal de Investigaciones (FBI) ayudó al Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) a censurar determinadas cuentas en redes sociales, informó la cadena CNN, citando un informe del Comité Judicial de la Cámara de Representantes.
El FBI envió a la empresa de comunicaciones Meta (prohibida en Rusia por extremista), que gestiona Facebook, una lista, proporcionada por el SBU, de cuentas marcadas para su eliminación, basándose en su supuesta implicación en la difusión de desinformación, según el reporte legislativo.
Sin embargo, la lista incluía algunas cuentas con sede en Estados Unidos, entre ellas el propio canal en ruso del Departamento de Estado en la plataforma Instagram (propiedad de Meta), agrega el texto.
El FBI y el SBU marcaron cuentas auténticas pertenecientes al Gobierno estadounidense y a periodistas en un esfuerzo por censurarlas, según el informe. Las acusaciones del Comité Judicial se basan en información obtenida a través de citaciones enviadas a Meta y Alphabet —la empresa matriz de Google y YouTube—, abunda el reporte.
Google recibió un aluvión de peticiones de censura tras el lanzamiento de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, refiera el informe, que cita a un alto cargo de ciberseguridad de la empresa que gestiona al buscador.
Las solicitudes procedían principalmente del Gobierno ucraniano, de otros países de Europa del Este, la Unión Europea y la Comisión Europea. El informe del panel judicial fue elaborado junto con el subcomité sobre la militarización del Gobierno estadounidense, que investiga el abuso de autoridad gubernamental y la colaboración con empresas privadas para suprimir determinados puntos de vista.
Según la información elaborada por los legisladores norteamericanos, las acciones del FBI constituyen una falta de ética inconstitucional y ponen en peligro la seguridad nacional. Se espera que el tema surja durante una audiencia del comité con el jefe del FBI, Christopher Wray, a finales de esta semana, añade el informe.
Las acusaciones son un reflejo de las formuladas a principios de este año en los denominados Archivos Twitter, en los que aparecían correos electrónicos que demostraban la colaboración entre el FBI y el SBU para remitir solicitudes de censura a la plataforma de microposteo.