Europa se está viendo inundada por la llegada de grandes cargamentos de cocaína a sus puertos, mientras las incautaciones llegan a niveles récord en lo que parece ser la nueva normalidad para muchos países de la región.
El 10 de agosto, por ejemplo, las autoridades de Países Bajos encontraron más de 8 toneladas de cocaína en el puerto de Róterdam, en un container de bananas procedente de Ecuador, lo que constituye un nuevo récord para este puerto.
Durante el mes de julio, las autoridades hallaron 10 toneladas de cocaína en Hamburgo, Alemania, el segundo mayor cargamento que se ha podido detectar en este puerto hasta la fecha. Mientras que, en Italia, las autoridades se hacían con el mayor cargamento de cocaína jamás incautado en Italia, 5 toneladas. En Amberes, Bélgica, se incautaron 6,8 toneladas, una de las mayores incautaciones en la historia del país.
Para entender las tendencias actuales de la demanda y el tráfico de cocaína a Europa desde los países latinoamericanos, InSight Crime habló con Yulia Vorobyeva, profesora en Florida International University y experta en mercados ilícitos.
InSight Crime (IC): En las últimas semanas Europa ha visto una serie de incautaciones récord de cocaína. ¿Cómo podemos entender esto?
Yulia Vorbyeva (YV): Las dinámicas pueden estar relacionadas con la creciente importancia de las rutas de tráfico, que están moviéndose hacia nuevas áreas geográficas.
Vemos diferentes indicadores: la prevalencia de la cocaína en aguas residuales, precios al por menor, nivel de pureza y datos de tratamientos de drogas. En su mayoría, los indicadores nos indican que en realidad no hay señales de caída del consumo de cocaína en los mercados establecidos de Europa. En algunos países se está ampliando y en otros países se estabiliza, comparando los datos de últimos años, pero en general es un mercado en expansión.
Se agregan nuevos grupos de consumidores y nuevos lugares de consumo. Por ejemplo, el análisis de aguas residuales de 2022, de EMCDDA, muestra un incremento en el uso de cocaína en todos los sitios donde se tomó la muestra en la República Checa.
IC: ¿Estamos viendo un cambio de los principales puertos (Róterdam, Antwerp, Hamburgo) a puertos más pequeños o simplemente se trata de la llegada de mucha cocaína a todos los puertos?
YV: Yo creo que sí estamos viendo el cambio de los puertos grandes a los puertos más pequeños, ya que [los traficantes] van experimentando y evadiendo controles. Eso siempre lo hemos visto, tanto a niveles de un país como a niveles globales. Es un cambio de las rutas. Tenemos que recordar que varios factores externos, como las presiones de las agencias antinarcóticos, llevan a diferentes cambios de técnicas, no solamente en las rutas, sino también en los destinos y en los medios de transporte.
Vemos países como Armenia, donde hubo hace poco un decomiso de una tonelada de cocaína, que es una cantidad enorme y sin precedente para ese país. Armenia no puede absorber una tonelada de cocaína. Es posible que [los grupos criminales] estén explorando nuevas rutas, incluyendo el Cáucaso, para llegar a otros destinos.
Yo creo que sí vamos a ver mucha más diversificación en los puertos que reciben los grandes cargamentos. Pero, en mi opinión, si los decomisos bajan en algún puerto tradicional, va a ser una medida o un fenómeno de corto plazo.
IC: El precio de la coca ha estado cayendo en países cultivadores como Colombia, Perú y Bolivia. ¿Qué implicaciones puede tener esto para el mercado europeo?
YV: Los precios de la coca podrían haber sido afectados por varios factores potenciales: la reducción de la demanda en EE.UU., la reagrupación de los actores criminales en Colombia, priorización de otras actividades ilícitas por los grupos criminales locales, etc. Sin embargo, creo que el efecto de la caída del precio de la coca no ha llegado aún a los países de destino.
Si la demanda europea se mantiene, y asumimos que sí se está manteniendo o incluso crece, entonces los precios bajos en el origen pueden llevar a la situación de que los precios en el destino sean aún más bajos. O sea, que la cocaína llegue a ser más disponible en Europa. Pero eso depende también de la capacidad de los actores criminales de organizar la logística en un contexto cambiante y de los vínculos entre los traficantes en los países receptores y los traficantes en los países de origen, como Colombia, Bolivia o Perú.
IC: ¿Cómo se forman las relaciones entre las redes de narcotraficantes y por qué los traficantes europeos confían tanto en recibir estos grandes cargamentos?
YV: En teoría y tradicionalmente, las alianzas se forman basado en origen étnico, parentesco, familia, religión, proximidad geográfica o social y factores culturales. ¿Por qué pasa? Porque el factor clave es la confianza. Confianza en que tus colaboradores no te fallen. Por un lado, estamos viendo que los factores lingüísticos y culturales han sido bastante importantes entre los traficantes en Europa. Como los grupos de habla albanesa, que están dominando el narcotráfico desde Latinoamérica a Europa y dentro de Europa.
Por otro lado, vemos muchísima colaboración oportunista entre los grupos, y yo diría que mucha más comparado con años atrás, que se da gracias a compartir infraestructura. Vemos mucho que diferentes grupos usan los mismos proveedores de servicios. Lo mismo pasa con los transportistas, que prestan servicios a diferentes grupos, a diferentes compradores y vendedores de la droga. Además, los cargamentos de cocaína grandes en realidad vienen para repartirse entre diferentes compradores.
¿Por qué son tan confiados? Pues porque no es difícil para ellos establecer esas redes de corrupción dentro de los puertos. Lo único que necesitan es aproximarse y comprar a los trabajadores del puerto y algún agente de aduanas. A veces ni siquiera necesitan a nadie dentro de los controles del puerto.
IC: Recientemente dos grandes incautaciones transitaron por África Occidental. ¿Qué puertos africanos son los más importantes para el paso de cocaína hacia Europa y en qué están cooperando los gobiernos europeos y africanos para detener este flujo?
YV: Los países en el oeste de África que han sido clave para el tráfico de cocaína tradicionalmente se han situado en el Golfo de Guinea. Desde mi propia percepción, sí que hay cooperación entre países de África y la Unión Europea a nivel de interdicción, decomisos, inteligencia e investigaciones en términos antinarcóticos. Existen buenos ejemplos de cooperación a nivel de los mecanismos internacionales, como el programa de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito CRIMJUST, que está tratando de establecer redes de cooperación tanto en Latinoamérica como en África.
Hubo ejemplos de cooperaciones exitosas, de casos donde se desarmaron redes con la cooperación de agencias de algunos países. Sin embargo, esas cooperaciones en África aún son muy esporádicas. Por ahora, son ejemplos singulares de algunos países y varía por agencias. Por razones contextuales de esos países, creo que no se logra todavía la cooperación deseable para las autoridades europeas. Hace falta que exista más motivación, compromiso y voluntad política de cooperar.
IC: ¿Qué tan prevalentes son los acuerdos de cooperación entre la Unión Europea y las naciones de Latinoamérica y el Caribe? ¿Hay ejemplos de cooperación exitosos?
YV: La cooperación con la Unión Europea en países Latinoamericanos ha sido muy positiva. Están implementando muchas capacitaciones a diferentes agencias en diferentes campos. Están fomentando la coordinación, proveyendo recursos. Es decir, se ha hecho un esfuerzo muy grande en los puertos de origen.
Aquí vale la pena mencionar los múltiples programas que existen a nivel interregional, como Global Illicit Flows Programme, SEACOP, Colibri Project, AIRCOP, Aquapol o MAOC.
Una de las observaciones que escuché de algunos beneficiarios de esos programas es que no han sido aprovechados suficientemente por las instituciones locales. No han tenido todavía el impacto a niveles estructurales como para llegar a las grandes redes o integrantes importantes de las redes criminales. El problema es que, entre los cuerpos de justicia criminal nacionales de algunos países latinoamericanos, hay falta de coordinación. Todavía hay espacio para mejorar, pero sí existe colaboración.
IC: ¿Qué rol juega el Programa de Control de Container de las Naciones Unidas (CCP) en facilitar estos intercambios?
YV: CCP es un mecanismo interinstitucional. Lo que hace es proveer la plataforma para intercambiar datos en tiempo real. Cada vez que se hace una incautación, se actualiza. Y solo los miembros del programa pueden acceder a esa plataforma.
Sí ha sido útil para los beneficiarios de este programa. Por poner un ejemplo, hace poco se observó una modalidad novedosa de ocultamiento de cocaína en un país europeo. Esta información se compartió con las contrapartes de otro de los estados miembros, lo que llevó a una inspección e incautación de cocaína en unos contenedores que compartían las mismas características, en un país de tránsito. Definitivamente, es algo que se necesita.