El fentanilo o»droga come carne»se apoderó de Kensington,Filadelfia

En Kensington los adictos a la heroína se han podido inyectarse libremente. Sin embargo, sus calles ya han sido invadidas por el fentanilo y la llamada ‘tranq’ o xilazina, un fármaco de uso veterinario que literalmente come carne.

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Kensington, un área en Filadelfia, está cambiando dramáticamente su rostro, pues se convirtió en un refugio para los consumidores de drogas cada vez más potentes y con más devastadores efectos. La enfermera voluntaria registrada Jennifer D’Angelo trata las heridas en la piel de Nick Gallagher en la tienda de extensión comunitaria de Savage Sisters en el vecindario de Kensington.

La xilazina o ‘tranq’, un poderoso sedante animal que se está moviendo a través del suministro de drogas ilícitas, está complicando la respuesta de EE. UU. a la crisis de los opioides, causando horribles heridas en la piel y complicando los métodos tradicionales para tratar la adicción y revertir las sobredosis. Dominic Rodríguez habla con la enfermera Kathy Lalli después de que ella tratara sus lesiones en la piel en la camioneta de cuidado de heridas del Hospital Kensington.

Los consumidores en el área utilizan sustancias más letales progresivamente; sus efectos hacen del vecindario una muestra tangible y dolorosa de lo que hace la epidemia de drogas a lo largo y ancho del país.

Al ‘tranq’ también se le conoce como droga zombie. Algunos la consumen incluso sin saberlo, en otras drogas que compran, utilizada por quienes las mercadean para potenciar los efectos.

Es tan potente que la Casa Blanca la declaró “una amenaza emergente”. Por su parte, “la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos está advirtiendo al público de un fuerte aumento en el tráfico de fentanilo mezclado con xilazina”, sentenció en un comunicado.

Sarah Laurel, founder of Savage Sisters, checks on a community member at her outreach storefront in the Kensington neighborhood of Philadelphia, Wednesday, May 24, 2023. “Nobody asked for xylazine in the drug supply,” said Sarah Laurel, founder of Savage Sisters, a Philadelphia outreach group. “Before anybody knew it, the community was chemically dependent on it. So now, yes, people do seek it out.” (AP Photo/Matt Rourke)

Los funcionarios de Filadelfia enfatizan que la naloxona aún debe administrarse en todos los casos en los que se sospeche una sobredosis, ya que la xilazina casi siempre se encuentra en combinación con el fentanilo. “Nadie pidió xilazina en el suministro de medicamentos. Antes de que nadie lo supiera, la comunidad dependía químicamente de él. Así que ahora, sí, la gente lo busca”, dice Sarah Laurel, fundadora de Savage Sisters.

El Departamento de Salud y la Junta de Salud de Filadelfia admitieron en un comunicado que “ la xilazina ha golpeado a Filadelfia de una manera particularmente fuerte, causando un aumento de las muertes por sobredosis, así como heridas graves que pueden causar sepsis y amputación”.

Kensington Avenue está llena con frecuencia de consumidores de drogas desmayados, llenos de llagas visibles y sin mayor cuidado. Ahí también quedan muertos algunos consumidores de drogas, ante la indiferencia de quienes caminan por la zona.

Ahora por los efectos de la xilazina, también es posible ver personas agachadas, o como si estuvieran durmiendo de pie. Otro de sus síntomas es la ansiedad severa.

Kensington ahora lucha por cambiar su rostro por el consumo de drogas cada vez más potentes: de la heroína, pasando por el fentanilo, hasta la xilazina.

La comunidad hispana de Kensington se acercó a Noticias Univision 65 para compartir su preocupación por la cantidad de jeringas usadas que se encuentran en las calles, por lo que no se sienten seguros usando chancletas o saliendo con los niños.

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