En medio de una audiencia convocada por el senador demócrata Tim Kaine en el Congreso de los Estados Unidos, Todd Robinson, jefe de la Oficina Antidrogas del Departamento de Estado, se refirió a la relación entre el gobierno Biden y Colombia y la situación antinarcóticos con el país.
Robinson explicó que al igual que con otros países de la región como Perú, “la estrategia antinarcóticos en Colombia ha evolucionado de un enfoque a solo reducir la producción de cocaína a también atender los factores que permiten su producción y tráfico”.
El jefe de la Oficina Antinarcóticos del Departamento de Estado agregó que esta evolución en la estrategia “incluye la promoción de seguridad particularmente en zonas rurales, justicia, desarrollo, reducción en la demanda de drogas y atender la corrupción y el lavado de dinero”.
Ante esta declaración, el senador Kaine reconoció la necesidad de entregar herramientas de seguridad a los aliados regionales para frenar el flujo de drogas, especialmente del fentanilo que ahora perjudica particularmente numerosas ciudades de los Estados Unidos.
Robinson respondió destacando que la relación de seguridad con Colombia es excelente y aunque el gobierno Petro “avanza en una dirección distinta en temas como erradicación, continúan trabajando con nosotros en interdicción, estrategias para la seguridad rural y la lucha contra crímenes ambientales”.
El funcionario concluyó destacando que gracias a la relación de seguridad y a las alianzas en aspectos como entrega de títulos de tierras entre otras acciones, “Colombia se ha convertido en un proveedor de seguridad, no solo en la región sino en todo el mundo y seguiremos trabajando con ellos”.
Durante la audiencia también se pronunció el senador demócrata Ben Cardin reiterando que la lucha antidrogas, la migración de venezolanos y la aplicación del Acuerdo de Paz sigue siendo un gran reto para Colombia por lo que debe continuar la financiación al país.