Cuando se refería a la guerra contra las drogas, el mandatario colombiano se refirió al opioide sintético que calificó además al fentanilo como droga de “la muerte” y que ha desencadenado un problema de salud pública en Estados Unidos.
“Sembraron injusticias, señores, y por detener a campesinos cultivadores de cannabis y hoja de coca, en vez de enfrentar la soledad en que viven las juventudes de sus propios países, los países del mayor poder económico y militar de la historia de la humanidad, entonces han pasado a las drogas de la muerte: al fentanilo”, con esta sentencia el presidente colombiano Gustavo Petro se refirió al fentanilo, la droga que se ha convertido en un problema de salud pública en Estados Unidos y que ya está poniendo en riesgo a la sociedad colombiana.
En su segundo discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente se refirió a la crisis que esta droga está generando en la nación norteamericana, pero lanzó una mordaz crítica a los “yuppie de Manhattan”, principal consumidor de drogas que ha causado una lucha contra el cultivo y tráfico en los países de centro y Sudamérica que ha generado un estigma entre la población de esa región, así como clasismo, racismo y xenofobia.
“Querían una guerra contra las drogas de la juventud rebelde que se opuso a la guerra de Vietnam: la marihuana y el LSD de los Hippies y terminaron por conducir a su sociedad a la droga del neoliberalismo y la competencia, la droga del yuppie de Manhattan: la cocaína, y encerraron a millones de negros y latinos en frías cárceles privatizadas, y murió un millón de latinoamericanos asesinados y se destruyeron democracias en nuestra América, nunca cogieron preso al yuppie de Manhattan, y ahora se enfrentan al gran resultado de la prohibición de las drogas: el fentanilo”, expresó el mandatario en el atril de la ONU.
En ese mismo escenario también mencionó una alarmante cifra que pone sobre la mesa la peligrosidad de la llamada “droga zombi”: “Ya no mata a 4.000 sino 100.000 jóvenes al año en Estados Unidos”, dijo.
Y es que el fentanilo, un poderoso opiáceo sintético, es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina. El poder adictivo de esta droga radica en que su efecto puede durar entre una y dos horas, mientras que otras sustancias también altamente adictivas como la heroína tiene efecto durante máximo cuatro horas,de ahí la preocupación en el mundo por su consumo.
Aunque se refirió con vehemencia sobre el fentanilo y la fallida guerra contra las drogas, el eje central del discurso de Gustavo Petro ante la Asamblea de la ONU fue otro. El mandatario colombiano centró su intervención en la migración, el fin de las guerras, la crisis climática y el liderazgo ambiental, todas, a su juicio, “la crisis de la vida”.
“La guerra sigue, el hambre continua, la recesión aumenta, y la crisis climática ha mostrado sus dientes como nunca llevándose decenas de miles de vidas y calentando las tierras y los mares como nunca”, expresó el mandatario en su turno este martes.
Y agregó: “Les propongo dos simples cosas: acabar la guerra y reformar el sistema financiero mundial”.
Petro invitó a sus homólogos en el recinto a reformar el Fondo Monetario Internacional, la banca multilateral y acabar con los bloqueos económicos, para reducir esa deuda de lo público, para que estos recursos se puedan invertir en la lucha contra el cambio climático. Ahí, insistió de nuevo en su propuesta de condonar deuda externa por acción climática.