El Consejo de Derechos Humanos de la ONU se convirtió hoy en el escenario de la confrontación entre los países árabes y musulmanes, por un lado, y los occidentales, del otro, frente a la guerra en iniciada el sábado pasado por los ataques terroristas de Hamas.
Estados Unidos, Francia y Reino Unido, como todo el resto de países occidentales que intervinieron en el Consejo, declararon su apoyo incondicional a Israel y condenaron los ataques de Hamás, al que consideraron un grupo terrorista.
“El terrorismo nunca puede justificarse. Estados Unidos está del lado de Israel y de su pueblo, hoy, mañana y cada día”, dijo la embajadora estadounidense, Michèle Taylor.
Francia sostuvo que Israel tiene derecho a la autodefensa y describió sus bombardeos contra la Franja de Gaza como “ataques selectivos para eliminar a grupos terroristas como Hamas” y con el fin de “proteger a los civiles y salvaguardar la democracia”.
Ambos países aseguraron que permanecerán “unidos y coordinados” con otros países, como Alemania, Italia y el Reino Unido, para garantizar que Israel pueda defenderse y que se creen las condiciones para un Oriente Medio “pacífico e integrado”.