La información oficial de la Policía Nacional de España sobre el decomiso de 720 kilos de cocaína proveniente de Costa Rica, no consigna en ningún momento que tal incautación se haya debido a información provista por el Ministerio de Seguridad Pública (MSP) o alguna otra autoridad costarricense, tal como lo ha sostenido el ministro de Seguridad, Mario Zamora.
De hecho, el comunicado sobre la operación que dio como resultado el hallazgo de la droga apunta que “las investigaciones se iniciaron tras tener conocimiento los investigadores de la existencia de una organización asentada en el Campo de Gibraltar que estaría introduciendo grandes cantidades de cocaína oculta en chatarra”. Así, se realizó “una estrecha vigilancia a lo largo de varios meses, adoptando distintas medidas de investigación autorizadas por el Juzgado Mixto número 3 de San Roque” de Cádiz.
El informe policial añade que “cuando se tuvo conocimiento de la llegada de nuevos contenedores al puerto de Málaga a finales de septiembre, las investigaciones apuntaron a que podría ocultarse sustancias estupefacientes en algunos de ellos, por lo que los agentes llevaron a cabo una monitorización completa de los mismos”.
Entonces el 9 de octubre, “tras un exhaustivo control sobre varios contenedores a la salida del puerto de Málaga, uno de ellos se desvió de su trayecto programado, entrando en una finca cercana a una zona boscosa de difícil vigilancia en la localidad gaditana de Alcalá de los Gazules”.
Fue en ese contenedor que se halló los 720 kilos de cocaína, dispuesta en paquetes rectangulares de 1,2 kilos dentro de lo que las autoridades españolas denominaron un “sarcófago” de metal, oculto entre 19 toneladas de “escombros y residuos de aluminio”.
Luego de que trascendiera la noticia de la incautación en España, mediante un video el jerarca Mario Zamora intentó salir al paso de ello y dijo que “la misma información de los medios de prensa españoles ratifica que se trata de una denuncia que ya habíamos hecha púbica acá en Costa Rica”.
El funcionario ofreció una versión muy diferente a la de la policía española respecto al origen y desarrollo de la investigación que dio con los 720 kilos. Según dijo, se trató de “uno de los tres contenedores sobres los cuales ya habíamos hecho conferencia de prensa, habíamos informado que Costa Rica emitió una alerta, esta alerta hace que en el puerto de Málaga se de una operación controlada entre autoridades judiciales españolas y termina en Cádiz deteniéndose a un grupo de personas españolas”.
Zamora relató que las autoridades policiales españolas solicitaron “que hasta no hacer público no nos refiriéramos a los detalles internos de esta información, pero en términos concretos sí habíamos informado al pueblo costarricense de esta incautación de droga que se hizo en España y ya lo habíamos hecho público”.
El funcionario entonces manifestó su sorpresa ante el hecho de que “distintos medios de comunicación” presentaran la noticia “como si se tratara de un hecho nuevo, cuando en realidad es todo lo contrario”.
En efecto, esta incautación de 720 kilos de cocaína oculta entre chatarra fue informada al país desde el 13 de octubre, pero no por el MSP sino por el fiscal adjunto Mauricio Boraschi durante una entrevista al programa radial Horizontes.