Gerardo Schudeck Díaz, dijo que el sector financiero, como otros regulados, y los sujetos obligados son algunas de las actividades que sacan provecho a las herramientas de la tecnología.
Para Gerardo Schudeck Díaz, experto regional en prevención de riesgo y fraude, las herramientas tecnológicas son un arma –desde un punto de vista positivo– para prevenir el lavado y fraude de activos, porque dada la cantidad de información que manejan las instituciones, ya los procesos manuales no son suficientes.
Hoy enfatizó que el foco que tienen las tecnologías es poder anticipar y prevenir que ocurran casos de delitos. Para ello ya hay varias opciones y herramientas para requerimientos mínimos como cruzar listas, hacer monitoreo de datos, generar una crisis de riesgos, ver la transacción de los clientes y determinar un perfil de riesgos de los clientes. Cada uno de ellos, dijo, puede ser usado para el sector financiero, como otros sectores regulados y que son sujetos obligados.
Díaz aclaró que hay que tomar en cuenta que todas las temáticas de inteligencia artificial (IA) hay que considerarlas como un proceso y no como una estrategia que dará resultados de un día para otro, porque “no estamos hablando de trucos de magia”.
“Estas herramientas lo que están haciendo, hoy, es que están incorporando de alguna manera ordenada los componentes de IA para que sea la misma tecnología la que pueda ir mejorando sus procesos. Eso es una variable importante que va a ayudar a monitorear la cantidad de información que hay a nivel de control”, comentó el experto durante su participación en la octava edición del Congreso Internacional de Cumplimiento, realizado en ciudad de Panamá.
Retos y beneficios
Como todo proceso de transformación, Díaz indicó que la Compliance, que es el conjunto de normas que permiten identificar los riesgos operativos y legales a los que se enfrentan las organizaciones, se muestra como ese principal reto, ya que las empresas lo ven más como un gasto, que un beneficio o inversión.
“El primer reto que hay para los responsables de estos equipos es que convenzan a sus directores o juntas directivas de que esto es una inversión, que va a proteger la imagen o reputación de la institución, así como una herramienta para evitar fraudes y multas. Planteo esto porque muchas veces cuesta que áreas de Compliance o de control en las empresas tengan las herramientas por falta de presupuestos”, sostuvo.