Lagarde aboga por crear una SEC europea para impulsar la unión del mercado de capitales

La unión del mercado de capitales continúa siendo la asignatura pendiente de la UE. En un contexto marcado por los desafíos que plantean la desglobalización, la demografía y la descarbonización, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, considera que la creación de un organismo europeo a imagen y semejanza de la Comisión de Valores y Bolsa de EE UU, la SEC, ayudaría a unificar las reglas y la supervisón.

elpais

Aunque la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) hace algunas de estas funciones no está realmente unificada.

En la inauguración del congreso de banca europea que se celebra en Frácfort, Lagarde remarcó que la supervisión permanece “ampliamente a nivel nacional, lo que fragmenta la aplicación de la legislación de la UE” y los poderes de ejecución están dividos en varios reguladores nacionales.

En opinión de la banquera francesa los retos que se plantean requieren de un organismo con mandato amplio, que incluya la supervisión directa que contribuiría a mitigar “los riesgos sistémicos que plantean las grandes empresas transfronterizas”.

Una de las soluciones propuesta por Lagarde pasa por ampliar los poderes de la ESMA. Asimismo aprovechó su intervención para criticar que la unión de los mercados de capital en la UE no avanza, algo que considera esencial para financiar la transformación de la economía. La presidenta del BCE recordó que en el Viejo Continente la integración financiera es más baja que antes de la crisis financiera y los mercados de bonos, aunque se han desarrollado en los últimos 15 años, siguen siendo tres más pequeños que en Estados Unidos. En la primera economía del mundo el 60% de la financiación de las empresas corre a cargo de los títulos de deuda y la cuota bancaria se reduce al 40%.

La referencia para Lagarde es el país norteamericano donde los ferrocarriles fueron considerados tan importantes para el futuro del país que los mercados de capital se desarrollaron para aprovechar un grupo más profundo de inversores nacionales y extranjeros. La mayor parte se financió con bonos y hasta una tercera parte de la financiación fue de inversores extranjeros.

La presidenta del BCE cree que el reto que tuvo que asumir la primera economía del mundo en el pasado se asemeja al que tiene por delante Europa con la transición verde. La Comisión Europea calcula que este proceso exigirá inversiones adicionales de 620.000 millones de euros anuales de media hasta 2030 y la transición digital otros 125.000 millones de euros anuales.

Esto se produce en un contexto en el que los gobiernos tienen los niveles de deuda más elevados desde la Segunda Guerra Mundial y el fondo de recuperación europea concluirá en 2026. Lagarde recordó que los bancos jugarán un papel importante en financiar la transformación, pero no se puede esperar que asuman tantos riesgos en sus balances.

El riesgo de fragmentación en los mercados es uno de los aspectos en los que incidió la banquera francesa. Pero más allá de una institución fuerte y de un reglamento único que impulse la verdadera integración en los mercados de capitales, Lagarde destacó la importancia de invertir en cadenas de suministro “más seguras, más eficientes y cerca de casa” ante la aparición de nuevas barreras al comercio y frente a las señales de que la economía se fragmenta en bloques que compiten.

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