La Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos aprobó formalizar la investigación de juicio político contra el presidente del país, el demócrata Joe Biden. El presidente es señalado de un presunto tráfico de influencias por haber intervenido, supuestamente, a favor de su hijo Hunter, así como otros familiares y socios cercanos, en negocios en el extranjero aprovechando sus contactos políticos.
Los republicanos impulsaron el proceso, a pesar de las persistentes preocupaciones entre algunos miembros del partido, ya que no se han hallado pruebas de mala conducta por parte del mandatario.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, acusó este miércoles 13 de diciembre a los republicanos de estar atacándolo con «mentiras», después de que la Cámara Baja formalizara la investigación de juicio político (‘impeachment’) en su contra.
La votación de 221 a 212 dejó constancia de que toda el ala republicana de la Cámara de Representantes apoya el proceso de juicio político (‘impeachment’).
Biden, en una inusual declaración al respecto, cuestionó las prioridades de los republicanos de la Cámara Baja, al llevar a cabo una investigación contra él y su familia.
Desde que obtuvieron la mayoría en esa Cámara, en enero, los republicanos han indagado exhaustivamente a Biden y su hijo, Hunter, y han señalado, sin pruebas, que están involucrados en un plan de tráfico de influencias.
La investigación preliminar comenzó en septiembre de forma unilateral por el entonces presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, que se la encargó al Comité de Vigilancia, al de Justicia y al de Medios y Arbitrios.
Con la formalización, los conservadores confían en que el acceso a información, documentos y testimonios sea más fácil.
¿Qué ha hallado la Cámara Baja contra Biden?
Los republicanos acusan al presidente Biden de tráfico de influencias por haber supuestamente intervenido a favor de su hijo Hunter, así como de otros familiares y socios cercanos, en negocios en el extranjero aprovechando sus conexiones políticas.
En 2019, el entonces presidente, el republicano, Donald Trump, pidió al mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, que investigara a Hunter Biden a cambio de recibir ayuda financiera estadounidense. Esa llamada fue a su vez el origen de un juicio político contra Trump.
Según el ahora presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, en estos dos meses de investigaciones los comités han hallado que la familia Biden recibió más de 15 millones de dólares de empresas y gobiernos extranjeros, como Ucrania, Rusia, Kazajistán, Rumanía y China, entre 2014 y 2019. Sus socios habrían recibido otros 9 millones.
También aseguran que Biden se habría reunido en al menos 22 ocasiones con socios extranjeros de su hijo.
¿Significa esto ya un juicio político a Biden?
No necesariamente. Si bien todas las investigaciones abiertas en la historia reciente han resultado en la destitución de un presidente, los republicanos han estado analizando con cuidado los términos y sus posibles implicaciones políticas.
La Constitución de Estados Unidos establece que el presidente puede ser destituido de su cargo en un juicio político si cometió «delitos o faltas graves».
Si llega a considerarlo, la Cámara de Representantes debe votar si presenta cargos contra el actual mandatario, pero la potestad de destituir al presidente del país recae posteriormente en el Senado, donde los demócratas tienen actualmente el control.
«En lugar de hacer algo para ayudar a mejorar la vida de los estadounidenses, se concentran en atacarme con mentiras», dijo el presidente después de la votación. “En lugar de hacer su trabajo urgente que es necesario hacer, están optando por perder el tiempo en este truco político infundado, que incluso los republicanos en el Congreso admiten que no está respaldado por hechos”.
Una investigación en un año electoral
Autorizar este proceso ahora garantiza que la investigación de juicio político se extienda hasta 2024, un año electoral en el que Biden buscará la reelección y parece muy probable que se enfrente en las urnas con el expresidente Donald Trump, quien fue acusado dos veces durante su estancia en la Casa Blanca.
Trump ha presionado a sus aliados republicanos en el Congreso para que actúen rápidamente en un juicio político contra Biden.
La decisión de realizar una votación se produjo en un momento en el que el líder de la Cámara Baja, el republicano Mike Johnson, y su equipo enfrentan una presión cada vez mayor para mostrar avances en lo que se ha convertido en una investigación de casi un año, centrada en los negocios de los miembros de la familia de Biden.
Si bien su investigación ha planteado cuestiones éticas, no ha surgido ninguna evidencia de que el mandatario del país haya actuado de forma corrupta.
«No tomamos esta responsabilidad a la ligera y no prejuzgaremos el resultado de la investigación», dijeron Johnson y su equipo en una declaración conjunta después de la votación. «Pero el expediente probatorio es imposible de ignorar».
Los demócratas de la Cámara de Representantes se opusieron en bloque a la resolución que aprueba la investigación y la calificaron de una farsa perpetrada por quienes están al otro lado del espectro político en represalia por los dos juicios políticos contra Trump.
“Todo esto es un truco político extremo. No tiene credibilidad, legitimidad ni integridad. Es un espectáculo”, sostuvo Jim McGovern, representante demócrata por Massachusetts, durante un debate en el pleno.
Algunos republicanos de la Cámara de Representantes, en particular aquellos provenientes de distritos políticamente divididos, habían dudado en las últimas semanas a la hora de votar sobre el juicio político a Biden, por temor a un costo político significativo. Pero los líderes republicanos han argumentado en las últimas semanas que la resolución es solo un paso en el proceso, no una decisión para acusar a Biden.
Este mensaje parece haber conquistado a los escépticos. «Como hemos dicho en numerosas ocasiones, votar a favor de una investigación de ‘impeachment’ no equivale a un ‘impeachment”, afirmó Tom Emmer, representante del Partido Republicano.
Emmer añadió que los republicanos “continuarán siguiendo los hechos dondequiera que los lleven, y si descubren evidencia de traición, soborno u otros delitos y faltas graves, entonces y solo entonces, se considerarán los siguientes pasos hacia el proceso de ‘impeachment’”.
La mayoría de los republicanos reacios a respaldar el impeachment también se han dejado llevar por el reciente argumento de los líderes de la Cámara de que autorizar la investigación les dará una mejor posición, ya que la Casa Blanca ha cuestionado la base legal y constitucional de sus solicitudes de información.