“Unos 25 millones de dólares anuales enviarían ciudadanos musulmanes desde la ciudad brasileña de Foz de Iguazú hacia El Líbano, Siria, Irán y Palestina (Franja de Gaza), entre otros países”, sostuvo Emanuele Ottolenghi, politólogo, miembro principal de la Fundación para la Defensa de las Democracias en Washington.
Desde la otra vereda, el expresidente y actual miembro del Centro de Beneficencia Musulmana Sunita de Foz de Iguazú, Mohamed Beha Rahal, le responde que «en el caso de los musulmanes sunitas muchos envían dinero a Líbano para ayudar a sus familias”. De esta forma descartó que los musulmanes sunitas envíen dinero hacia Medio Oriente con otro destino que no sea el de ayudar a sus familias.
Respecto a los chiitas el dirigente islámico dijo que “no puedo opinar sobre el destino del dinero que envían los musulmanes de origen chiita”.
En tanto que Ottolenghi sostiene que “el Centro Comercial musulmán chiita de Ciudad del Este se convirtió es uno de los centros más grandes del mundo de lavado de dinero, tiene una estructura muy bien aceitada para lavar dinero para los carteles de la droga, el contrabando de cigarrillos y el tráfico de armas, entre otros”.
Sin relación
Los musulmanes sunitas y chiitas que residen en Foz de Iguazú no tienen contacto entre sí. Si bien las mezquitas están a pocas cuadras la relación entre ambos es nula. Inclusive los musulmanes chiitas no permiten el acceso a la mezquita de personas que no profesen el islamismo o que si bien lo profesan no comulgan con esta rama musulmana. En cambio, los sunitas sí abren las puertas del templo que, a la vez puede ser visitado por ciudadanos de otras religiones. Allí, además de los cinco rezos diarios, se desarrollan actividades sociales, culturales, educativas y deportivas.
Foz de Iguazú cuenta con una población cercana a las 200 mil personas. Se estima que el 10 % de la población es de origen musulmán; es decir unas 20.000 personas, de los cuales unas 10.000 son sunitas y unos 10.000 chiitas. Los musulmanes se asentaron en la ciudad brasileña luego de la primera y segunda guerra mundial, en su mayoría provinieron del Líbano; Siria y Palestina. El 90% se dedica al comercio.
En todo el mundo hay 1,6 mil millones de personas que profesan la religión islámica. Representan el 23 por ciento de la población mundial, lo que significa que son la segunda religión del mundo, ubicándose detrás de la cristiana
El expresidente del Centro de Beneficencia Musulmán Sunita en Foz de Iguazú y actual integrante de la Comisión Directiva, Mohamed Beha Rahal, afirmó que «nosotros somos parte de la cultura brasileña. Somos brasileños que practicamos la religión musulmana. No nos dedicamos a solventar terroristas. Alá nos da la vida para vivir con honestidad; trabajo y educar a nuestros hijos dentro de nuestra religión como seres humanos de bien. Quien mata o se inmola en nombre de Alá no es musulmán».
En Foz de Iguazú el 90 por ciento de la población musulmana se dedica al comercio y ven a las ciudades que conforman la Triple Frontera (junto a la argentina Iguazú y la paraguaya Ciudad del Este) como un lugar que les permite vivir y hacer sus negocios.
Mohamed Beha Rahal, que en cierta forma oficia de vocero de los musulmanes sunitas asegura que no hay relación alguna entre los sunitas y los chiitas de Foz de Iguazú. “Yo no voy hablar por ellos, no tenemos casi contacto”, dijo.
El dirigente sunita insistió que quienes se inmolan en nombre de Ala no son musulmanes. “Los que realizan atentados terroristas en nombre de Alá no son musulmanes; más allá de decir que lo hacen en su nombre. El islamismo pregona la paz; por ello no apoyamos a grupo terroristas como Hamas; Isis; Hezbolah, entre otros”, aseguró.
Mohamed Beha Rahal insiste en el no financiamiento de grupo terroristas, aunque no puede asegurar que ello no suceda de parte de los chiitas. “Yo de ellos no voy hablar”.
“Una comunidad muy cerrada”
“Los chiitas son una comunidad muy cerrada; casi no tienen contacto con ciudadanos de otras religiones”, dijo el politólogo de los Estados Unidos que se dedica al estudio de los grupos terroristas que operan desde la Triple Frontera : “Al grupo terrorista Hezbolah lo financia la rama musulmana chiita, no sé si la comunidad sunita contribuye con actividades ilícitas, yo al visitar la mezquita sunita de Foz de Iguazú y charlando con sus líderes noté que son más moderados y no quieren estar involucrados en actividades ilícitas”
Emanuele Ottolenghi sostuvo que la instalación de musulmanes en Foz de Iguazú se debió “al desarrollo comercial que le dio la regresa de Itaipú y los puentes que unen Ciudad del Este- Foz de Iguazú y Foz Iguazú-Iguazú, y por una decisión política del ex dictador Alfredo Stroessner de abrir las puertas del país a la inmigración libanesa, llegaron escapados de la guerra civil del Líbano con fuerte vinculación Chiita y el Hezbolah que cuando fue establecido por Irán comenzó en la zona a desarrollar las instituciones, es decir que las escuelas, las mezquitas y demás instituciones sociales y educativas en Foz de Iguazú y Ciudad del Este son controladas por el Hezbolah”.
En tal sentido se refirió al empresario libanés detenido en Brasil Assar Ahmad Barakat, vinculado con lavado de dinero. “Además de su vinculación en la Triple Frontera tiene vinculación en las ciudades de Santiago e Iquique, Chile y en Angola, donde trafica droga y lava dinero vinculado al crimen organizado, también tiene negocios para blanquear dinero en Encarnación y Ciudad del Este (Paraguay)
El politólogo norteamericano está convencido de que entre el Comando Vermelho de Brasil y el Hezbolah “la relación es comercial en el tráfico de droga”.