Implicaciones de la sanción impuesta por EE.UU. a PDVSA

La decisión del gobierno de Donald Trump de imponer nuevas sanciones a PDVSA parece ser, en esencia, una prohibición de venta de petróleo de Venezuela a Estados Unidos (EE.UU.).

El presidente Donald Trump sancionó el lunes a la estatal petrolera de Venezuela, PDVSA, y su banco central, la más reciente acción estadounidense para aumentar la presión sobre el presidente Nicolás Maduro.

Las sanciones incluyen US$7.000 millones en activos venezolanos y una restricción que pondría cualquier pago a PDVSA en cuentas específicas de EE.UU.

El asesor de seguridad nacional, John Bolton, dijo a los periodistas que la medida reduciría las exportaciones del país en US$11.000 millones durante el próximo año, pero no quedó claro si se refería solo a importaciones de petróleo de EE.UU.

Estados Unidos es el mayor comprador de crudo venezolano, pero cualquier reducción en las compras podría beneficiar a China e India, los segundo y tercer compradores más grandes.

EE.UU. ha sancionado a muchas personas en PDVSA anteriormente, pero al sancionar a toda la compañía, efectivamente impide que las refinerías estadounidenses compren crudo venezolano después de un período de liquidación.

Además, no se permitirá a las empresas exportar petróleo ligero a Venezuela, el cual se necesita para diluir el crudo pesado del país. Esto dificultará a PDVSA exportar su petróleo.

Las restricciones incluyen una licencia general para permitir la liquidación de «operaciones o contratos existentes» con Petróleos de Venezuela SA hasta marzo 29.

Citgo Petroleum, una unidad de PDVSA con sede en Houston, podrá continuar operando, pero no se le permitirá enviar dinero al régimen de Maduro. Sus ganancias deben, en cambio, ser mantenidas en cuentas bloqueadas de EE.UU.

ALD/ElComercio

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