El encarcelado ex primer ministro de Pakistán Imran Khan y su esposa comparecieron el martes en una corte cerca de Islamabad y se declararon no culpables en un caso de corrupción en el que se les acusa de aceptar tierras obsequiadas por un magnate de bienes raíces a cambio de grandes sumas de dinero lavado, según las autoridades.
Es el segundo proceso en el que se acusa a Khan y su esposa, Bushra Bibi, de delitos de corrupción supuestamente cometidos cuando el astro del cricket convertido en político islamista lideraba el gobierno.
La fiscalía acusa a la pareja de utilizar la organización benéfica de la familia para levantar una universidad en tierras que les había regalado el magnate Malik Riaz. A cambio, el empresario recibió supuestamente 190 millones de libras esterlinas (240 millones de dólares) en dinero lavado que fue devuelto a Pakistán por las autoridades británicas.
Khan, depuesto en abril de 2022 en una moción de censura en el parlamento, cumple varias penas de prisión y tiene unos 170 procesos legales pendientes en su contra por cargos que van desde corrupción a incitación a la violencia y el terrorismo. La pareja también ha sido condenada en otro caso en el que se les acusaba de vender regalos de estado durante el mandato de Khan.
Khan ha negado todas las acusaciones e insiste desde su detención el año pasado que todos los cargos en su contra son un plan de sus rivales para impedir que regrese al cargo.
Fue inhabilitado y no pudo presentarse a las elecciones parlamentarias del 8 de febrero, en las que sus rivales de la Liga Islámica de Pakistán, o PML-N, quedaron como el grupo más grande de la Asamblea Nacional, la cámara baja del parlamento. El ex primer ministro Shehbaz Shariz, rival de Khan, está en negociaciones para formar un gobierno de coalición cuando el parlamento se reúna el viernes en su sesión inaugural.
El martes, Khan fue trasladado para comparecer ante el juez en la corte de alta seguridad habilitada dentro de la prisión de Adiala, en la ciudad fortaleza de Rawalpindi, a las afueras de Islamabad, donde cumple sus penas de prisión de forma simultánea.
Bibi, que está retenida en la casa de la pareja en Islamabad, fue trasladada al tribunal en un convoy vigilado. La pareja se declaró no culpable cuando se leyó el último cargo en su contra y el juez aplazó el proceso hasta el mes siguiente, según el equipo legal de Khan.
Por otro lado, Khan y Bibi han sido condenados a siete años de prisión cada uno por acusaciones de que su boda en 2018 incumplió las leyes matrimoniales, supuestamente porque no había pasado tiempo suficiente entre el divorcio previo de Bibi y su enlace.
El partido Pakistan Tehreek-e-Insaf de Khan tachó el martes el proceso judicial de “sesgado” y denunció que el equipo legal de Khan ha tenido acceso limitado a su cliente y que se ha impedido a los medios cubrir el juicio.
El abogado Salman Safdar, que representa a Khan y Bibi, dijo más tarde el martes a los periodistas reunidos ante la prisión de Adiala que los acusados estaban recibiendo un trato “condenable y objetable”. Añadió que el equipo legal de la pareja ya había presentado apelaciones y que esperaba que fueran absueltos pronto.
Por ahora, Khan sido condenado por cargos de corrupción, revelación de secretos oficiales y violar las leyes matrimoniales en tres veredictos distintos, en los que ha sido sentenciado a 10, 14 y siete años, respectivamente. Según la ley paquistaní, cumple todas las condenas de forma simultánea, lo que implica cumplir la más larga de las sentencias.
Khan ha apelado todas sus condenas.
Se espera que el nuevo parlamento celebre esta semana su sesión inaugural, aunque la cámara aún no lo ha confirmado.
Ishaq Dar, miembro destacado del partido de Sharif, acusó al presidente, Arif Alvi, de intentar retrasar los trámites de la Asamblea Nacional por “motivos técnicos”, sin dar más detalles. Dar dijo el sábado que si Alvi no convocaba la sesión, lo haría el presidente saliente de la cámara porque es un requisito constitucional.
Dar también dijo a la prensa que el nuevo primer ministro se votaría en el parlamento unos pocos días después de la sesión inaugural, y que esperaba que el nuevo gobierno estuviera instaurado la semana próxima.