Escándalo por lavado de dinero de casa en Mónaco dejada por la condesa Annamaria Colleoni

«He ocultado a Gianfranco Fini la intención de mi hermano de comprar la casa en Mónaco. Nunca le dije a Fini el origen de ese dinero que estaba convencida era de mi hermano. El comportamiento sin escrúpulos de mi hermano representa una de las mayores decepciones de mi vida.

Espero haber aportado con esta declaración un elemento para llegar a la verdad». Esto es lo que dijo en la corte Elisabetta Tulliani, imputada, junto con el ex presidente de la Cámara, su hermano Giancarlo Tulliani y su padre Sergio en el proceso relacionado con la compra de una casa en Mónaco.

En el procedimiento se sospecha del delito de lavado de dinero. A casi 14 años de ese escándalo que asestó un duro golpe a la carrera política de Gianfranco Fini, el ex presidente de la Cámara regresa a la corte. El caso judicial gira en torno a la residencia monegasca dejada en herencia por la condesa Annamaria Colleoni a Alleanza Nazionale, de la cual Fini era líder, y luego vendida en 2008 al “cuñado” del exponente de la derecha, Giancarlo Tulliani,

Según la acusación gracias al dinero del empresario Francesco Corallo, acusado de asociación delictiva con fines de malversación, lavado de dinero y evasión fiscal. La acusación de lavado de dinero también alcanzó al mismo Fini, quien, sin embargo, sostuvo haber sido engañado por su compañera Elisabetta Tulliani y sus familiares.

En julio de 2010, Il Giornale, en ese momento propiedad de la familia Berlusconi, publicó el primer episodio de una investigación que sostenía que Fini había vendido un apartamento en Mónaco, en el principado de Mónaco, a Giancarlo Tulliani, el hermano de su compañera, Elisabetta Tulliani. S

e habló largo y tendido sobre el caso y este desgastó aún más las relaciones, ya complicadas, entre Fini y el resto de la derecha. La casa en cuestión se encuentra en Boulevard Princess Charlotte 14 en Mónaco, tiene una superficie de unos 45 metros cuadrados y en 1999 fue dejada en herencia por la condesa Anna Maria Colleoni a Alleanza Nazionale. Il Giornale escribió que el apartamento permaneció abandonado durante algunos años y luego fue comprado por 300 mil euros por una misteriosa sociedad offshore – es decir, con sede legal en un país diferente al que opera – que lo renovó.

Según la investigación, el apartamento fue habitado desde 2008 por Giancarlo Tulliani. A finales de julio, poco después de la publicación de la investigación del periódico, Fini fue expulsado del PdL y fundó un nuevo grupo parlamentario llamado Futuro y Libertad para Italia (FLI), que luego se convirtió en un partido político.

Il Giornale acusó a Fini de haber utilizado un sistema de sociedades con sede en “paraísos fiscales” para ocultar al verdadero comprador de la casa y luego dejarla habitar por el cuñado, sustrayéndola al partido. Además, el precio al que se vendió el inmueble habría sido mucho menor al valor de mercado real de la casa, para la cual se habrían presentado compradores con ofertas superiores al millón de euros.

La historia se convirtió de inmediato en un enorme caso mediático, del cual se ocuparon durante mucho tiempo todos los principales medios. En agosto de 2010, la fiscalía de Roma abrió una investigación contra desconocidos sobre la casa de Mónaco con las hipótesis de delito de apropiación indebida y fraude agravado, y la atención mediática sobre el caso continuó siendo constante e intensa.

La empresa que había comprado por 300 mil euros la casa de AN en julio de 2008 se llamaba Printemps, que la vendió en octubre del mismo año a otra empresa offshore, Timara Limited, por 330 mil euros. Después de la separación política entre Fini y Berlusconi, surgió un documento del pequeño país caribeño de Santa Lucía que parecía probar que el titular de ambas empresas offshore, y por lo tanto también de la casa de Mónaco, era precisamente Giancarlo Tulliani.

La investigación abierta por la fiscalía de Roma fue sin embargo archivada, porque se estableció que Alleanza Nazionale podía vender el apartamento a quien quisiera y al precio que quisiera (se estableció de todos modos que la venta se había realizado efectivamente a un precio mucho menor al de mercado).

ilmessaggero

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