El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, alertó el pasado 8 de mayo que Washington impondrá sanciones a aquellos que favorezcan la «migración irregular», un asunto de gran relevancia en la contienda electoral de Estados Unidos. Además, anunció una asistencia financiera de 578 millones de dólares para la región latinoamericana durante una conferencia regional en Guatemala.
Esta acción se basa en los intentos por hacer frente a la crisis migratoria que impacta la zona, siendo un asunto de suma importancia en la agenda política de los Estados Unidos durante el período de campaña electoral, especialmente mientras el actual presidente, el demócrata Joe Biden, busca la reelección en la Casa Blanca.
En el encuentro en Guatemala, Blinken comprometió «578 millones [de dólares] en ayuda humanitaria» para la región, según comunicó Marcela Escobari, asistente especial de Biden, durante una conferencia telefónica con la prensa.
La Casa Blanca señaló en un comunicado que estos recursos serán asignados a «naciones aliadas [en la promoción de una migración regulada y legal] y a las localidades que reciben a los migrantes, para abordar necesidades humanitarias inmediatas».
«La nueva política de restricción de visas está dirigida a personas que, a sabiendas, brindan transporte a quienes pretenden migrar irregularmente a Estados Unidos, incluidos los vuelos chárter que llegan a Nicaragua», manifestó Blinken.
Blinken resaltó que el lunes pasado, Washington anunció «restricciones de visas a ejecutivos de empresas colombianas de migración marítima que están facilitando la migración irregular», reseñó Diario las Américas en su sitio web.
El encuentro, dirigido por Arévalo, congregó a delegados de aproximadamente veinte naciones americanas con el objetivo de buscar soluciones conjuntas a la compleja situación migratoria en el continente. En este marco, Blinken enfatizó la relevancia de fortalecer la gestión humanitaria de la migración y de implementar medidas para «contrarrestar» la migración no autorizada.